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La industria de Pájaro bobo

historias

Así escribía Zaratustra (carta de las Batuecas)

Pájaro bobo ha tenido noticias de Zaratustra, que sigue residiendo en las Batuecas, exactamente en un paraje de la vertiente de la sierra de Gata que mira al Norte y a Poniente, ya en la raya de Portugal. Allí vive desde que una noche feliz, cosmogénica, se le reventó el cacumen, se le iluminó la frente y dio en loco. En su carta, escrita por párrafos en alemán, en griego, en latín y en español caballeresco-quijotesco, Zaratustra le cuenta a Pájaro bobo, amigo, discípulo y por ende aspirante a loco, que está contento, que allí, en aquel otro mundo que ahora es su mundo, puede gritar y blasfemar como Dios manda, que está escribiendo un libro, el último, que ya lo tiene casi terminado fertig!, que los indígenas le quieren, que le llevan melones de secano con semillas de color del oro y unos frutos a los que ellos llaman sandías de árbol, que cada día tres lobeznos como tres angelotes puros y salvajes acuden a comer de su mano y en su mano, siempre al amanecer y al anochecer, que los domingos por la mañana, entre las siete y las ocho, va a la iglesia del pueblo, que no es pueblo, tampoco villorrio, sólo alquería, que primeramente habla con Dios en latín y en griego y, después, en vernáculo con el señor cura, que se llama Francisco y es persona ilustrada y de buenos sentimientos, que el otro día encontró un raposo herido, junto a un arroyo, que se lo llevó a su espelunca y que ahora el raposo, que responde a la voz Menschenfreund (Amigo del hombre), come y duerme con él, que cada mañana se levanta con el Sol, padre de todas las criaturas, y que cada noche habla con las estrellas, amigas y compañeras de infortunio, que una noche estuvo a punto de tocar una con la punta de los dedos, que una voz o espíritu llegada o llegado del Cosmos (das All) le ha comunicado con sigilo que la Tierra, el universo, todos los universos, el Cosmos, están a punto de vivir/revivir un cataclismo que será como un Big Bang que pondrá fin a todos los Big Bangs, que el Cosmos ya no existe, que, en realidad, no existió nunca, que, en realidad, siempre fue sólo una idea de Dios, acaso, necesariamente, la única idea de Dios, que cuándo él, Pájaro bobo, le hará el honor de visitarlo, que ya le tiene preparado un huerto de regadío con una humilde y muy historiada y muy sabia teoría de acequias árabes para que juegue en ellas y con ellas, que qué libros lee y quiere leer, que allí, en su monte, que es su patria, hay animales, no alimañas, que se puede dormir a pierna suelta, que lamentablemente allí no hay ni doncellas ni concubinas de caderas anchas, que, por no haber, no hay ni siquiera puticlistas para reclutas y otros menesterosos, que ya ha hablado con un gañán y le tiene reservado un monte como el suyo, cerca del suyo, que allí puede montar su tienda, su morada o su tabernáculo, que naturalmente allí, en el monte, también hay sitio para su industria, con subalternos o sin subalternos, que no sea malpensado, que no piense en el Gólgota, que a ser posible se dé prisa en ir, que él, Zaratustra, siente, presiente que su hora se acerca. Que si no puede ir, que le escriba, que le envíe su testamento o legado, que quiere ponerlo junto al suyo, el de Zaratustra, en el libro testamento que está escribiendo.
Postdata
En una primera postdata, garabateada en alemán y en letra gótica, el profeta, loco y amigo Zaratustra explica a Pájaro bobo que el protagonista del libro testamento que está escribiendo es a la vez Superhombre y Mesías, pero que no quiere asignarle estirpe judía, que qué opina al respecto él, escrutador primigenio e infatigable del alma humana, unermüdlicher Urforscher der menschlichen Seele.
En una segunda postdata o, más bien, nota a pie de página, apenas legible, Zaratustra pregunta a su amigo cuál es la palabra española de etimología griega que significa mujer de caderas anchas.

Así escribía Zaratustra...

Zapatero: más Popper y menos cinismo

Zapatero miente,
todos sabemos que miente,
él sabe que todos sabemos que miente
y, aun así, Zapatero miente.

Como nos enseñó o recordó Karl Popper, en la práctica casi siempre resulta más fácil demostrar que algo no es lo que se pretende que lo contrario: demostrar que algo es lo que se pretende.
Rodríguez Zapatero, nuestro indigno jefe de Gobierno, miente a troche moche. Luego lo niega. Pero va dejando la estela, la huella, el rastro. Él se empeña en negar la mentira, la huella, la estela, el rastro, incluso la existencia de pruebas y su validez. Apela a la dignidad de su cargo, frente a la indignidad de los que presentan las pruebas. Miserable, miserable.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿hay algún antídoto contra la contumacia, contra la falsedad invencible, contra el cinismo irreductible?

El pastel y sus repartidores

En La Vanguardia de hoy, concretamente en su contraportada, hay una entrevista a William Ury, experto en negociaciones. Ury dice, por ejemplo, que antes de proceder al reparto del pastel hay que dejar que éste se haga grande. Y también que la negociación es el camino para la supervivencia. Y también que al final siempre o casi siempre llega la negociación. Y que la negociación está hecha de concesiones. En la mayoría de casos, el conflicto como tal no se resuelve, pero se desactiva, se congela, termina extinguiéndose. Ahora en Oriente Medio se trata de cambiar el terrorismo por turismo. El terrorismo es muerte, miseria y ruina; el turismo es intercambio, cultura y riqueza. Ése —dice Ury— es el camino, el camino de Abraham, el patriarca de las tres religiones monoteístas. Santa doctrina. Pero Pájaro bobo conoce un refrán que dice: si uno quiere dos se pelean.

Un judío: un presidente, un profeta y un mesías...

«Cada judío se cree presidente, profeta y mesías». La frase ha sido atribuida a tantos judíos como judíos hay en el mundo. Y así tiene que ser, pues cada judío se cree presidente de su país, profeta de su pueblo y mesías o salvador de todos los judíos de sangre y/o religión que hay en el mundo. Con semejante parroquia debe de ser ciertamente muy difícil gobernar. Lo que Pájaro bobo no entiende es que, aun así, haya quien esté dispuesto a ir a la guerra. Amos Oz es uno de los que no quieren la guerra. Por eso se fue al desierto, y allí vive. Buen sitio para meditar. Y para escribir.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuántos judíos de sangre y/o de religión hay en el mundo?
¿Cuántos judíos hay en el mundo que no quieran ser ni presidentes ni profetas ni mesías de su pueblo?

Rajoy se llama a ratos Acebes

Parece que, llegado el veranillo de San Martín, alguien tendrá que hacer el petate y dejar el cargo a pesar de toda su cerrazón y toda su resistencia. Y lo dejará, aunque sólo sea para que le dejen seguir viviendo. La democracia no admite actitudes numantinas por la sencilla razón de que no las reconoce. El pacto ya tiene firma y fecha.
Rodrigo Rato ha dejado la capital del mundo y su billetamen para regresar a provincias. No hace falta preguntar quién le ha llamado. Basta con saber que es una de las piezas clave de la operación en curso. Hay tres o cuatro más. Caras conocidas, reconocidas. Después habrá que organizar el equipo y darle el programa de trabajo, también llamado carné de ruta, para que haga política de Estado, sí, de Estado, sólo de Estado.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué los separatistas están forzando la marcha a riesgo de reventar la máquina y salirse de madre?

¿El Topo del Retiro en funciones de asesor?

Enric Juliana, el Topo del parque el buen Retiro, es cronista hábil, sinuoso y avisé o, más exactamente, enteradillo. Se mueve con cierta gracia y agilidad por la red de alcantarillas (en catalán, clavegueram) de los Madriles, donde cumple funciones de enviado especial de la Generalidad, gobierno supraautónomo de nuestro país más próximo y más vecino. Hoy piensa en voz alta y escribe en La Vanguardia: «Al perder la iniciativa emocional, Zapatero ha propiciado la desorganización política del dolor. Sin discurso a la nación, ha complicado su comparecencia en el inminente debate sobre el Estado de la misma. Ha confirmado que la baraka se fue». Antes reflexiona y pregunta: «...el hombre que dice seguir fielmente los dictados del republicanismo, que invoca como lema máximo de su mandato la realización de la democracia deliberativa, rehúye el dramatismo del discurso a la nación: la interlocución directa con la sociedad cuando la Muerte mueve su manto. ¿Qué paraliza a Zapatero en la hora trágica?» Dos ideas y sendos comentarios.
Baraka. Es posible que efectivamente la estrella de Zapatero haya empezado a palidecer. Pájaro bobo así lo cree, como cree que el subsodicho tiene los días contados. Parece que el Topo del parque del buen Retiro también se lo ha olido. Ya nos lo irá soplando. La traición y la intriga son cosa suya de por vida.
Parálisis/paralización. En opinión de Pájarob bobo, lo que el Topo matritense llama hora trágica es en realidad hora patriótica. Eso es justamente lo que paraliza a Zapatero. No quiere aparecer/comparecer desnudo ante los españoles, porque ni esta patria es su patria ni esta guerra es su guerra. Eso los topos fenicios no lo saben, y, si lo saben, no lo dicen, y, si lo dicen, no lo creen. El tal Zapatero ni lo sabe, ni lo dice, ni lo cree.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué no consulta nuestro jefe de Gobierno en excedencia a Enric Jualiana, el Topo del parque el buen Retiro, qué debe hacer y decir en estas circunstancias para salir del paso? Estamos hablando de escenificaciones, no de actos de lealtad.

Paisaje urbano con pintor

Blacky ladra tres veces seguidas, y Margarita se dirige a la puerta, pero él corre hacia la ventana. Los tres inquilinos —la mestressa, el caniche y Pájaro bobo— se asoman al ojo de buey  de su búnker de pladur. Un pintor de caballete, pinceles y crayón ha instalado su industria en la acera, frente a la Casa misteriosa y el jardín-residencia gatuna El descampao, regentado por el Menesteroso. El pintor no pinta, traza líneas rectas sobre el papel. Visera roja de bolchevique territorial en la cabeza, mirada de soslayo, el artista trabaja su acuarela y al final surge la Casa misteriosa, enmarcada, allí, por un jardín de palmeras y buganvillas; aquí, detrás de la tapia que protege a nuestros superinos (gatitos), por un campo asilvestrado. A la izquierda, alineadas con orden destructivo, yacen las grúas de la deconstrucción como esqueletos de robots. Cityscape o Landscape, paisaje urbano o paisaje rústico, la imagen tiene sello del momento que vivimos. El dibujo/pintura podría ser la última impresión de un impresionista. A Pájaro bobo le gustaría hacer una foto con tres planos: el ojo de buey con sus mirones; el pintor y su industria en la acera; la Casa misteriosa con los superinos y allá, al fondo, las buganvillas del jardín que nunca tuvo.
¿Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué de las paredes del búnker de pladur sólo cuelgan dibujos?

¿Sueño de una siesta de verano?

Todo Estado moderno que se precie tiene un equipo de estrategas que es algo así como su cerebro. Sumido en las sombras protectoras de la clandestinidad, ese cerebro procura programar algunas de sus intervenciones de modo que coincidan con momentos de distensión y/o relajación generalizada. El verano, hora de la siesta nacional, es uno de ellos. Por eso y por ciertos indicios que viene percibiendo en el ambiente desde hace meses, Pájaro bobo se inclina a pensar que los estrategas veladores/valedores de nuestra democracia, apenas formal y formalista, tienen ya a punto su próxima intervención de envergadura. Si uno lee atentamente los periódicos de letra impresa sobre papel y acierta a captar los mensajes emitidos/encriptados entre línea y línea puede llegar fácilmente a la conclusión de que hay una operación en marcha. El falso taumaturgo debe abandonar la escena antes de que termine de hundir al Partido Socialista, a la democracia y a España entera y vera. A pesar de la perfidia y la contumacia (en grado de ignorancia invencible) que cartacterizan al subsodicho, los estrategas del sistema, ésos a los que no conocemos y cuya presencia, no obstante, percibimos y agradecemos en los momentos críticos, están seguros de que podrán convencerle/reducirle con un argumento potísimo: o te vas voluntariamente, con todos o casi todos los honores y las prebendas que te corresponden por razón del cargo, o tendrás que irte a la fuerza, previa destitución y consiguiente procesamiento. No tienes elección; todo está decidido.
«De acuerdo, pero ¿quién será mi sucesor?» «Ya te lo diremos a su debido tiempo y con tiempo. De momento, vete de vacaciones y léete estos pliegos. Ahí están las instrucciones con todo lo que debes hacer y decir de ahora en adelante y con todo lo que no debes hacer y decir hasta tu despedida oficial. Esperamos que sea suficiente, de modo que no se te tenga que leer la cartilla y no se te tenga que pasar la película de lo que has hecho, de lo que no has hecho, de lo que querías hacer y de lo que pensabas hacer. Procura conservar la sangre fría y sigue sonriendo como hasta ahora».
El hombre queda aturdido; luego siente que la sangre se le hiela por momentos. Así que se recupera del soponcio, lo primero que se le ocurre es llamar por el móvil a su lugarteniente y tramar un contragolpe, pero alguien con mando en plaza le advierte al instante: «Nada de jugarretas republicanas. Recuerda que eres un delincuente en situación de prisión preventiva». El delincuente baja la cabeza pero en seguida la levanta y vuelve a sonreír. Es la hora de la siesta. Verano de 2007.

El lobby catalanoseparatista de ABC

Primero se comieron la separata Cataluña de ABC. Hoy, separata separada de la casa madre madrileña. Los españoles de Cataluña lo dijimos a voz en grito. Por lo tanto, tenemos derecho a declarar que lo saben, y que han ido viéndolo. Y también que han ido consintiéndolo. Los números cantan, sobre todo cuando dejan de cantar. La separata Cataluña de ABC es eso, una separata. Con un espantapájaros con nombre de poeta: Enrique Badosa. En líneas generales, los españoles de Cataluña no leen la separata Cataluña de ABC. Unos se han ido con toda razón a La Razón, otros, como todo el mundo, a El Mundo, otros se han ido a sus casas y han dejado de leer. Es el abc de la democracia española, la abstención. Pájaro bobo optó en su momento por recortar el periódico y blasfemar de vez en cuando, Y ahí sigue. Ahora, el lobby catalanoseparatista de ABC, dirigido por Valentí Puig, conocido en esta página como el Golafre de las Pitiusas, está dando la batalla para comerse la cabecera y la dirección del rotativo madrileño. Él, golafre y personificación de la falsedad púnica, dirigiendo el periódico y rodeado de acólitos como Ferran Gallego, Enric Sopena, Enric Juliana, Francesc de Carreras, Barbeta, Quim Monzó y tutti quanti. Mientras tanto, César Alonso de los Ríos en la celda de castigo. Y Rosa Díez, con las horas y las líneas contadas. Ya veremos qué pasa con hombres y nombres como Ferrand, Juaristi, Burgos y Camacho. En opinión de Pájro bobo, el periódico y sus nombres están a merced de un comando con una consigna implacable: apoderarse de un periódico que ha sido en la moderna historia de España mucho más que un periódico. Miserable, miserable.
Hoy, domingo 17 de junio, ABC ha lanzado un número monográfico dedicado al separatismo catalán: portada catalanista, texto con aires de editorial rezumando tinta y baba fenicias, entrevista a Pujol ben Gurión en las páginas 10 y 11. Un traidor, Velentí Puig, entrevista a un traidor, Pujol ben Gurion, para denunciar a un traidor, Rodríguez Zapatero. Todo ello en ABC, el periódico español por antonomasia.
Mientras tanto, Montilla, el charnego amontillado que suple la falta de virtudes con silencios de sumisión y complicidad, sale ahora con que, para salvar el Estatuto catalán, «se están llevando a cabo gestiones que no se pueden revelar». Si no se pueden revelar, tampoco se puede decir que no se pueden revelar. ¿Acaso no es eso revelar que no se pueden revelar? ¿No es eso revelar que se trata de algo que por su maldad no debe revelarse? Consejo: Montilla, guarda silencio y sigue intrigando. Quizás eso sea lo tuyo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿será el próximo director de ABC el que Pájaro bobo tiene en su lista?

ETA, Zapatero y el catedrático

En opinión de Pájaro bobo, la prosa de Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional, no se distingue precisamente por su virtuosismo y su elegancia en el uso y disfrute de la lengua. Él le pondría un aprobado «raspao" con la advertencia de que debe mejorar. En general, tampoco sus análisis políticos destacan por su perspicacia: ideas manidas y lugares comunes; nada que queme, nada que rompa y rasgue el velo de falsedades oficiales que oculta la realidad social de la Fenicia de Poniente. Sospechoso, muy sospechoso.
Sin embargo, su texto de hoy miércoles, 6 de junio, en la retaguardia (parte inferior de la página) de La Vanguardia tiene, entre otros, los méritos del planteamiento claro y el diagnóstico certero. Pocas palabras, estilo prosaico, título deleznable: «ETA se refuerza y hay unos responsables». El titular nos demuestra que titular no es lo suyo. Pero el contenido se salva. ETA —nos viene a decir el catedrático— ha salido reforzada de su relación sentimental con Zapatero. El ladino/leonino leonés, que con el camelo del Estatut-Constitución catalán había conseguido camelar por activa y por pasiva, por la derecha y por la izquierda, por arriba y por abajo a todos los separatistas púnicos, desde Pujol ben Gurión hasta el carallot Carod, ha caído derrotado, en el zulo de las negociaciones, a manos de los trabucaires etarras. Después de conseguir el visto bueno del Parlamento y el Poder Judicial, el tal Zapatero no sólo estaba convencido de que lo de ETA iba a ser pan comido sino que incluso le puso nombre: proceso de paz. Nombre solemne, noble y legal. Y, por lo tanto, ilícito e ilegítimo, pues ilícito e ilegítimo es siempre, in se et per se, negociar con criminales que tienen causas pendientes. Pájaro bobo, que no es jurista, no duda en afirmar que, a su modo de ver y entender, también el aval de las instituciones competentes es ilícito e ilegítimo, y, por lo tanto, también delictivo. En definitiva, el fundamento de las leyes es la justicia, y la justicia, como aspecto del bien, está enraizada en el sentido común y el recto juicio del ser humano. Las víctimas de ese delito institucional no son sólo las víctimas directas de ETA sino todos los españoles como pueblo y, sobre todo, como sociedad democrática. Negociar con criminales es una manera de invalidar la democracia entendida como orden social basado en la justicia.
En cualquier caso, a Pájaro bobo le sorprende que el catedrático Francesc de Carrera muestre y demuestre una percepción tan clara de los trajines de ETA frente a Zapatero con su extraña amalgama de ignorancia, perfidia y falsedad, y luego no acierte a ver en Cataluña otra realidad que la irrealidad creada por el magma de la Generalidad. Sospechoso, muy sospechoso.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿será cierto, como ve y prevé Pájaro bobo, que ahora los separatistas catalanes apoyan de boquilla a Zapatero en su pulso con ETA para que éste sea su aliado a la hora de imponer el Estatuto-Constitución de Cataluña?

Estado de coma y muerte civil

Según los periódicos, en Polonia un ciudadano ha recobrado la consciencia después de permanecer en estado de coma durante dieciocho años. Buen tema para una película o una novela con viaje al pasado o al futuro, según se quiera. Más objeto que sujeto, el ciudadano va a quedar probablemente como alguien que no vivió su vida cuando le correspondía, donde le correspondía y como le corespondía. Cabe pensar asimismo que, en adelante, no va a pertenecer a ninguna parte, máxime habida cuenta que, según nuestro Papa, el limbo ya no existe.
Pájaro bobo lleva algo así como veinticinco años en situación de muerte civil, que es, en cierto modo, como un estado de coma. Uno existe pero no vive. Le han arrebatado la facultad de ejercer y ejercitar sus facultades, sobre todo las facultades del alma.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué será de Pájaro bobo si un día le devuelven la facultad de ejercer sus facultades y vuelve a la vida democrática con todos sus derechos y todas sus obligaciones?

El Menesteroso, mano de la Providencia

El Menesteroso llega puntualmente con su paso ligero de legionario y sendas bolsas del súper en las manos. Se agacha a la usanza moruna delante de la gatera y, al momento, los gatitos del jardín de infancia el Descampao le dan la bienvenida con la boca abierta y el rabo en alto. A los gatitos de este jardín de infancia Margarita, mujer sensible, y Pájaro bobo, huérfano de guerra, los llaman superinos, que es palabra cariñosa de su invención y, por lo tanto, exclusiva de su idiolecto; en cambio, Blacky, caniche celoso del cariño de su mestressa, se refiere a ellos con un despectivo «esos bichos», y sólo cuando no tiene más remedio. El Menesteroso, mano providencial de la Providencia, ha dejado las bolsas en el suelo, ha sacado de ellas varios potecitos y de los potecitos condumio a la carta: vianda, potaje y agua. Los superinos se han puesto a comer pausadamente, sin pelearse entre ellos, señal de que no les faltan ni cuidados ni alimentos. En eso también se diferencian de millones de seres humanos condenados de por vida a una vida inhumana por sus carencias. Cumplida su misión, el Menesteroso ha vuelto sobre sus pasos con su paso ligero de legionario; Pájaro bobo lo ha observado desde el simbólico ojo de buey de su búnker de papel y letra impresa y, antes de perderlo de vista, le ha dado las gracias con la mirada.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué el Menesteroso se cuida cada día del año de dar de comer a los superinos tres veces al día, siendo así que, por menesteroso, él también lo ha de menester?

La guitarra berlinesa de Miguel

Nada más llegar a la capital de todas las Alemanias, Miguel se compró una bicicleta de segunda, de tercera, de cuarta mano. A su padre le hizo pensar inmeditamente en la bicicleta de Picasso, que no era una bici sino una escultura. Luego le dijo a su padre que quería una guitarra. Su padre, un servidor de ustedes y de él, le dijo que sí, pero, que dado los tiempos que atravesamos, la operación debería hacerse por el procedimiento del tuberculoso pobre. Ahorrando y poco a poco. Como, por herencia paterna, Miguel tiene bastante de trapero, resulta que le gustan las cosas viejas. Si puede, se lo compra todo viejo. En cambio, su padre, pueda o no pueda, compra sólo cosas que pesen y a ser posible brillantes y a ser posible del color del oro. Atavismos, atavismos. A Miguel le gustan la música y las matemáticas, que es una buena combinación. Para su padre, un servidor de ustedes y de él, Miguel es demasiado inteligente, y, curiosamente, eso le preocupa. Aun así, es equilibrado y sensato, pero, para su padre, distante, muy distante, acaso demasiado distante. Por eso se ha ido a Berlín a estudiar aplicaciones prácticas de redes de sensores. Para su padre, un servidor, Miguel es ahora el que siente y piensa al otro lado del hilo. Estamos en la red, formamos parte de la realidad virtual, que es una forma de espiritualización.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede llegar a existir una realidad virtual en sí misma, por sí misma y para sí misma?

Repaso del ABC

Fiel a la norma, Pájaro bobo hace su repaso diario, diurno o nocturno, del diario ABC. Empieza por la tercera. De la tercera pasa a la portada, que es la primera, y de la primera pasa a la quinta, que es la número cinco, la página en la que se debaten los temas de actualidad y, como es sabido, la hora de la verdad para los toreros. Hoy en el albero de papel y letra impresa hace su presentación el diestro Juan Manuel de Prada con La memoria malversada. Decepción y silencio. Pájaro bobo considera que el joven y otrora prometedor espada busca el calor del tendido de la derecha y, además, se encara con los del tendido de la izquierda cuando lo correcto habría sido sin duda que se mantuviera a la altura de la bandera, por encima de tendidos, bandos y rivalidades.
Ajeno a odios y rencores históricos, al menos en la medida de sus posibilidades, Pájaro bobo se atreve a decirle: «Repite conmigo: Major sum et ad majora natus. En cualquier caso, puedes escribir mejor, debes escribir mejor; y, sobre todo, procura volar más alto. Para ello tal vez te convenga aprender/saber/recordar/tener presente que cuando la religión, toda religión, cualquier religión, defiende los intereses materiales de una clase social, forma parte de la ideología de esa clase social y, por lo tanto, es alienante; por el contrario, cuando la religión no se somete a los intereses materiales de ninguna clase social y, por lo tanto, no forma parte de ninguna ideología, es desalienante. A los ojos de Pájaro bobo, entoncces —¿sólo entonces?— la religión constituye una forma de espiritualidad auténtica. ¿Teología de la liberación? No, liberación por la teología.
La Generalitat negocia que su Delegación en París sea reconocida por el Gobierno francés. Página 45 de ABC, 14 de abril de 2007. Pájaro bobo reniega y se niega a seguir leyendo la noticia-crónica, alojada, cómo no, en la separata catalana. No quiere caer preso de su propia memoria histórica. Prefiere seguir blasfemando, que es una de las cosas que mejor se le dan, sobre todo en los arrebatos. Para él blasfemar es como escupir, escupir malos pensamientos y malos instintos, con el deseo de liberarse de todo ello y respirar mejor, más sosegadamente.
Un periódico de la Fenicia de Poniente dice, entre zarandaja y zarandaja, que Valentí Puig, el Golafre de las Pitiusas, ha ganado el premio San Juan de la Caja de Ahorros de Sabadell. En la nota se le describe/define como «uno de los columnistas más destacados de la edición catalana de ABC». Pájaro bobo vuelve a blasfemar y a escupir.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué una persona joven como Juan Manuel de Prada, que no vivió la guerra civil, atiza el fuego de la memoria histórica y de ese modo contribuye a hacer de ella una memoria rencorosa?
¿Controla el Gobierno español todas los intentos y todas las intentonas de la Generalidad por asomar la nariz, la cara, la cabeza o lo que sea al exterior?
¿Es cierto que el Golafre de las Pitiusas es un destacado quintacolumnista de la separata catalanista de ABC?
¿Es cierto como dice un perverso anticalanista que ya le tienen reservado/asignado/adjudicado el premio de las Letras Catalanas en una de sus próximas ediciones?

Lecciones de la historia

Fallida y burlada la fórmula «todo está atado y bien atado», ahora los separatistas de la cabecera del Ebro y del bajo Ebro, en su deseo de no incurrir en ciertos errores del pasado, han mejorado la idea acuñando el concepto de «blindaje», que, en forma de participio adjetivado con valor sustantivo, aplican a determinados artículos, esenciales para ellos y para nosotros por razones idénticas y aplicaciones/interpretaciones contrapuestas, de sus respectivos estatutos.
Siete preguntas ingenuas e intempestivas y una advertencia
¿Por qué los separatistas pueden blindar sus estatutos cuando la Constitutición española de 1978 no lo está y es la única que debe estarlo por definición como soporte de la estructura jurídica y política del Estado?
¿Por qué los separatistas aprenden de la historia, de nuestra historia, y nosotros no?
¿Por qué los separatistas se unen y trabajan coordinadamente para destruir España y nosotros ni nos unimos ni trabajamos para defenderla?
¿Por qué los españoles somos tan desgraciados que nos dejamos vencer/engañar con nuestras propias armas?
¿A qué se debe que estemos viendo cómo destruyen nuestra patria y no hagamos nada para impedirlo?
¿Por qué los separatistas tienen mil proyectos para destruir España y nosotros no tenemos ni uno solo para defenderla?
¿Por qué los separatistas han puesto en marcha muchos de sus proyectos para destruir España y nosotros aún no hemos puesto en marcha ni uno sólo para impedirlo?
Advertencia
Si consentimos que los separatistas destruyan España, nosotros, hijos suyos, habremos sido sus asesinos, pues a nosotros nos corresponde ahora defenderla e impedirlo y no lo hacemos.

El perro de Konrad Lorenz

En el libro Cuando el hombre encontró al perro su autor, Konrad Lorenz, narra, más o menos, esta historia personal.
Amo y perro iban cada día de excursión al río Danubio. En el trayecto pasaban junto a una casa cuyo jardín estaba custodiado por un can aparentemente muy agresivo. Tan pronto como se divisaban, los dos animales se ponían a correr a lo largo de la alambrada que los separaba, ladrando orgullosamente en su recorrido de ida y vuelta, hasta que Herr Lorenz, ya a punto de alejarse del jardín, llamaba a su compañero de excursión.
Un día, para vergüenza de los orgullosos y fieros animales y sorpresa del científico e investigador del comportamiento de cánidos, grullas, gansos, patos y otros representantes del reino animal, así que se vieron y se reconocieron, los dos amigos-enemigos se pusieron a ladrar y a correr como de costumbre, hasta que llegaron al último tramo del jardín. Aquí ahora no había alambrada, y los dos amigos-enemigos se encontraron frente a frente, sin saber qué hacer y sin atreverse ni siquiera a ladrar.
Aunque Pájaro bobo no recuerda muy bien cómo termina la historia, añadiría por su cuenta y riesgo que, después de tan bochornosa experiencia, los dos animalitos ni se saludaban cuando se veían y se cruzaban. Cada uno de ellos era culpable de que el otro hubiera perdido su autoestima. Exactamente igual que entre los seres humanos.
Moraleja: si no estás dispuesto a morder, no ladres.

Prensa alemana: memoria de un superviviente

Der Spiegel, semanario de consulta obligada para pulsar la temperatura de Alemania, habla de islamización del país de los teutones. La opinión pública está preocupada. Hasta el punto de que ha empezado a hablarse de Kulturkampf, no de choque de civilizaciones o crash of civilizations. La lucha por la cultura es un leitmotiv de la historia alemana. De hecho, Alemania, sin fronteras naturales o geográficas, es barrida constantemente por muchos vientos, sobre todo por los vientos del este, los más temidos, los más temibles. El islamismo es un viento del sudeste. Ahí están los países árabo-musulmanes que enlazan al norte con todas las Rusias. En el plano geopolítico Israel, otrora portaviones de Estados Unidos frente a los desiertos de arena, es hoy un islote en el oceáno del petróleo, mientras que Alemania es, y ha sido siempre, la primera frontera europea para los que, como ayer, venían del este y para los que, como hoy, vienen del sudeste. El futuro es de los pobres, por la sencilla razón de que, siendo el pasado y el presente de los ricos, no van a ganar ayer, hoy y mañana, en este mundo y en el otro, los mismos.
Günter Grass, acosado por una memoria recuperada por otros a modo de venganza, se debate con su pasado nacionalsocialista, un pasado en el que todo alemán respetado y respetable tenía a gala ser nacionalsocialista.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué, siendo la falsedad la principal característica del ser humano como criatura alienada, nunca se menciona la falsedad en la historia de la humanidad?
¿Será acaso porque su falsedad le impide denunciar su propia falsedad?

¿Qué puede esperarse de un fenicio?

La propuesta de entregar/regalar/vender la Generalidad a los burgueses de CIU formulada por el representante de los tenderos o botiguers del carallot (botarate) Carod ha sido retirada rápidamente de la mesa y de los papeles. Arropada por todos los suyos, la banda del Carallot ha vuelto a ocupar su sitio en el gobierno autonómico, en el parlamento autonómico, en el aquelarre antiautonómico y separatista. La banda es la liebre. Ellos dicen lo que se les dice que digan cuando, como y donde se les dice que digan. Sus deslealtades son otros tantos actos de lealtad y de exceso de celo. Comentaristas y comentarios de la Fenicia de Poniente hablan hoy, una vez más, de error de cálculo, error estratégico, error táctico, patinazo y ridículo. En el fondo, todos y todas están de acuerdo: desde Pujol ben Gurión hasta la Nebrera, que, adiestrada por Piqué, pica y muerde como una arpía. ¿Y Durán? El pobrecito aspira al papel de traidor de todos y cada uno de los traidores. Lo tiene crudo. A ese papel aspiran todos y cada uno de los farsantes de esta farsa, desde el hereu o heredero, que se llama Mas, no Hereu, hasta el apuntador, que no se llama de ningún modo puesto que es invisible y anónimo.
De momento, lo que hay que hacer es concentrarse en el Estatuto, el penúltimo de la serie. Y aquí y ahora concentrarse significa lógicamente intrigar, maquinar, acechar, amenazar, corromper, insultar, difamar, acusar, mentir, comprar, vender, trapichear, negociar, proponer, imponer, engañar y regañar. Y después: intrigar, maquinar, acechar, amenazar....
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no son todos esos errores de cálculo otras tantas traiciones?

El español de la Televisión

Inaki Gabilondo aparece en la pantalla y dice:
«... verles juntos»
El hombre se esfuma y aparece un colega suyo que nos informa de que
«dos líderes de Irlanda del Norte se sientan en la mesa
Sin mirar ni escuchar, Pájaro bobo ha oído dos cosas sorprendentes: una garrafal incorrección gramatical y una no menos garrafal falta de educación.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿En que escuela, colegio o universidad ha estudiado alguien que no distingue entre un complemento directo y un complemento indirecto?
¿Hay alguien, sea presentador de televisión o no lo sea, que se siente tranquilamente en la mesa?

Llamada

Pájaro bobo falta a su promesa. Lee, relee periódicos de la Meseta y de la capital. Sua culpa, mea culpa. Quiere seguir creyendo que todos los españoles tenemos una sola Meseta y una sola capital. Contra la deslealtad y la perfidia de los fenicios de Poniente, la lealtad y la fidelidad, nunca desmentidas, del carpetovetón iluso.
Felipe González, que algo debe de retener de lo que le enseñaron, habla de «clima prebélico». Se refiere a nuestro entorno y nuestro momento. Pájaro bobo, con una visión trágica y atormentada de España y su historia, dice que ese clima prebélico inició su andadura o su cuenta atrás el día mismo en el que terminó nuestra guerra civil. ¿Por qué?, pues porque, siempre de acuerdo con su manera de ver y entender personas y cosas, dicha guerra se cerró en falso: el enemigo se pasó al enemigo. Obreros y oligarcas de todas las oligarquías estuvieron cuarenta años cantando el Cara al sol y a los cuarenta años y un día salieron a la calle para celebrar la muerte del dictador. Victoriosamente, sí victoriosamente. Y los fenicios volvieron a ser fenicios. Fenicios y mercaderes de toda la vida, de siempre.
Pájaro bobo se pregunta: ¿me es ajeno algo humanamente inhumano?

Enric Juliana, el topo del Retiro, escribe hoy, 25, una crónica casi antológica en La Vanguardia, periódico de su amo y señor. Después de dos párrafos de la mejor literatura, el mensajero y corresponsal de la avanzadilla fenicia en la capital del Reino se pone a lanzar metralla y no para hasta que, ya en las líneas finales, anuncia la entrada en acción de Accio Catalana. Pájaro bobo confiesa que no sabe qué es Acció Catalana. Ya se lo explicarán a la fenicia los fenicios. Como dice el topo Juliana, «con inteligencia», con mucha inteligencia. Y cuando un topo fenicio habla de inteligencia, hay que pensar en perfidia, mucha perfidia, que, en definitiva, es la forma suprema de la inteligencia práctica, esa que ignora los principios de la ética o los somete a los principios, siempre supremos y siempre inquebrantables, del interés económico. Es sabido que el fenicio ha nacido para comprar y vender; a ser posible, con un pie en tierra y otro en su barco, por encima del agua, de todas las aguas, de todas las mareas, de todos los sunamis, de todos los diluvios. En definitiva, por encima y más allá de todas las guerras y todos los cataclismos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué los carpetones ilusos no aprendemos de los fenicios?

Nota
A punto de cerrar página, Pájaro bobo piensa en voz alta y dice: Si al menos aprendiéramos del sargento de Plasencia... (Véase la entrada «Profesor Blawinsky, el mago de Plasencia»).