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La industria de Pájaro bobo

Cábalas en torno a un futuro pactado


Con la sequía como amenaza al fondo

La legislatura que empieza ha cogido a protagonistas (recordémoslo: primeros en la lucha) y comparsas en sus puestos, con las escopetas a punto. Un frente principal y varios frentes menores. El frente principal tiene una vez más el Ebro como línea divisoria simbólica y, en cierto modo, real. En la orilla derecha está el jefe de Gobierno, Rodríguez Zapatero, con Alonso y Bono como ayudantes. En la orilla izquierda, cerca de la cabecera del río de los iberos, el lendakari Ibarretxe, que amenaza constantemente con echarse al monte seguido por cuarenta de los suyos. No lo hará, pero amaga y amagará. Puro farol. También Montilla, el charneguete del bajo Llobregat ascendido a catalán «sabra», tira de farol pero con perfidia de converso. Y eso que ahora el agua no le llega a los tobillos. Si sobrevive, que es mucho sobrevivir, será porque capta los mensajes a tiempo y se aviene a razones. Eso no significa que no vaya a intentar nuevas y más osadas traiciones. En cualquier caso, podemos decir que está en la lista necrológica y necrofílica de Zapatero. El Tajo es/era otra línea divisoria, en este caso más simbólica que real, pero Zapatero decidió repescar a Bono y ponerlo a su servicio para frenar por un lado a los enemigos exteriores, los separatistas, y por otro, a los enemigos interiores, el Guerra y sus secuaces.
Legislatura incierta y complicada. En cualquier caso hay que reconocer que Zapatero ha aprendido. Negociador hábil, oportunista, irreductible y poco menos que invencible. Aun así, Pájaro bobo apuesta por Alonso. Metido a televidente (el que ve lejos), se inclina a vaticinar que tras la quema de Bono en la hoguerra de las vanidades, su jefe y mandatario tendrá que buscarle sustituto. Pero el sustituto sustituirá primero a uno y depués a otro. Ese será el momento del Pacto de Estado entre los dos partidos nacionales.
Pregunta ingenua e intempestiva: si Alonso está llamado a ocupar el puesto de Zapatero cuando haya que firmar el Pacto de Estado, ¿quién ocupará el puesto de Rajoy?

Cómo trajinar al Estado de las Autonomías

Dirige e intriga Joan Saura, de la Fenicia de Poniente

Hay endemias que no se curan ni siquiera con la muerte. Para España y los españoles el separatismo catalán es una de ellas. Ahora, siguiendo con la línea de su penúltimo Estatuto, que ellos dan por aprobado y vigente, un tal Joan Saura, hijo de la Fenicia de Poniente, propone que los presidentes de las Comunidades Autónomas se reúnan para tratar asuntos de su interés, pero sin contar ni con el visto bueno ni con la presencia del jefe de eso a lo que ellos llaman gobierno central. Cuando tal cosa ocurra, si es que ocurre, tendremos, de una parte, diecisiete Autonomías sin nación ni Estado y, de otra parte, una nación Estado sin Autonomías. El timo del cambiazo, también llamado de las estampitas, a saber: del Estado centralizado al Estado de las Autonomías y del Estado de las Autonomías a las Autonomías sin Estado.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué puede hacer aquí alguien a quien, como a José Bono, la lengua le va por delante de la cabeza?

 

Creyentes, practicantes y pecadores


El matrimonio y sus usos


Parece ser que en la actualidad hay en el mundo más musulmanes que cristianos. Y parece ser que el Vaticano así lo dice y así lo reconoce. Parece ser asimismo que el Vaticano aduce como explicación de este hecho, dado por cierto, que los musulmanes tienen más hijos que los cristianos. Pájaro bobo diría que en el primer caso la sociedad está supeditada a la religión y que en el segundo caso la religión está supeditada a la sociedad.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Será que, en realidad, los musulmanes hacen un uso más natural y menos pecaminoso del matrimonio?
¿Será que, en realidad, los hijos de los musulmanes son más creyentes que los hijos de los cristianos?
Y, a propósito, ¿cuál es la primera y más esencial finalidad del matrimonio y sus usos?

El método Zapatero


Golpe bajo y a callar o a la basura

La experiencia nos demuestra que, cuando Zapatero considera que un subalterno suyo, o cosa parecida, se le solivianta y se le pone borde, no duda en atizarle un golpe bajo que le deje inválido y desvalido. De acuerdo con lo visto y aprendido, el recurso tiene la virtud complementaria de que el perjudicado no se atreve a denunciar en público la naturaleza del mal que le aqueja. Verbigracia: el Gran Maragall, miembro del Sanedrín catalán y padre de la Soberanía compartida y el Federalismo asimétrico. El hombre lleva tiempo diciendo que le duele, pero no dice dónde.
Pájaro bobo se inclina a pensar que Montilla, funcionario de la escuela bolchevique, está a punto de ser el próximo en la lista de Zapatero. Si Pájaro bobo se equivoca es que el bolchevique es más listo de lo que él pensaba y/o que el tal Zapatero tiene, además de ese, otros métodos y otras urgencias.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué Zapatero unas veces pone a sus enemigos a trabajar para él y otras los fulmina y aniquila?

Montilla como enigma: el futuro Partido Socialista de Cataluña


Lo que queda y lo que no queda del Pacto del Tinell

El llamado Pacto del Tinell fue una conjura de los separatistas catalanes para arrinconar al PP, sirviéndose del PSOE, partido al que Maragall creía tener engañado y dominado. Se equivocaba. Para entonces, Zapatero ya sabía quién era realmente este desleal lugarteniente/subalterno suyo y qué pretendía. Y, llegado el momento, se deshizo de él con una jugada maestra por su eficacia y su limpieza. El interfecto, obligado a poner los pies en polvorosa, todavía sigue buscando por ahí gente a la que vender su invento, llamado unas veces federalismo asimétrico y otras soberanía compartida. Es cierto que para muchos de los pocos separatistas puros que quedan Maragall continúa siendo, por estirpe y abolengo, una figura con talla de Sumo Sacerdote del Sanedrín catalán, pero sólo para ellos. Montilla lo ha suplantado y ha hecho que caiga en el olvido. El andaluz con figura de funcionario bolchevique puede sorprender a muchos, pero no a Zapatero. Este es capaz de engañar a Montilla, a Maragall, a Duran i Lleida, a Mas e incluso a Pujol ben Gurión, juntos y por separado. Ya lo ha hecho y en caso necesario lo volvería y lo volverá a hacer. Tiempo al tiempo. De momento, con trasvase o sin trasvase, Montilla es el hombre de Zapatero en el bajo Ebro y el bajo Llobregat. Con él y sus ayudantes y colaboradores, el estratega nacional quiere triturar el núcleo duro (hard core) del pseudosocialismo catalán y restablecer el PSOE en estas tierras para así hacerse de nuevo con su control. Nada de votos españoles vendidos por mercaderes fenicios, sino votos españoles ganados por líderes como Felipe, Guerra y el mismo Zapatero para el PSOE.
Montilla podría ser un hombre clave en esa operación. Y si cae en la tentación de optar por una línea individual y trata de engañar a los españoles del PSOE y a los burgueses catalanes del PSC y de Convergencia, podemos estar seguros de que Zapatero lo fulminará con el rayo de la muerte política. Recursos y recambios no le faltan. Ahí están las Chacones y los Icetas. Y, en caso necesario, analfabetas y analfabetos funcionales como Manuela de Madre y Marcelino Corbacho. Uno de los grandes objetivos políticos de Zapatero en esta legislatura es desmontar el frente catalanista y recuperar el control directo de la formación socialista de Cataluña. Pájaro bobo está convencido de que lo conseguirá, pues ha demostrado que es capaz de enfrentarse con éxito a todos los notables del Sanedrín juntos. Con esta jugada, Zapatero pretende, au passant, cerrar el paso a Rosa Díez y al Partido de los Ciudadanos, dos rivales/enemigos a tener en cuenta de ahora en adelante en estas tierras.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿le saldrá bien la jugada a Zapatero y volverá a haber un PSOE catalán?

Una opinión sobre las opiniones

A Zaratustra, el loco, ahora huésped de las Batuecas, que se empeñaba en filosofar a golpe de martillo

En opinión de Pájaro bobo, a una opinión se debe contestar, a ser posible, con una opinión. Si se contesta a una opinión con una afirmación se rompe la doble lógica del diálogo: la lógica del pensamiento y la lógica de la palabra. Norma básica: opinión con opinión; afirmación con afirmación.
En opinión de Pájaro bobo, las opiniones en cuanto tales no se pueden rebatir. Sólo se pueden rebatir afirmaciones formuladas como afirmaciones. Respecto de una opinión únicamente se puede asentir o disentir. En ese sentido decimos, por ejemplo: «Comparto o no comparto tu opinión».
En opinión de Pájaro bobo, de una opinión se puede decir que es correcta o incorrecta, acertada o no acertada, pero no que es verdadera o falsa.
En opinión de Pájaro bobo, una opinión incorrecta es en sí misma una verdadera opinión e incluso una opinión verdadera, en cuanto que expresa lo que piensa, siente o ve el que la formula, independienemente de que su contenido coincida o no coincida con la realidad objetiva. El que opina dice lo que ve y cómo lo ve; no lo que es la realidad. En definitiva, el que opina se sitúa en el plano de las percepciones, no en el plano de las realidades. Cosas como das Ding an sich (la cosa en sí) le son ajenas. En opinión de Pájaro bobo, manifestar lo que se piensa o lo que se sabe en forma de opinión responde a un enfoque epistemológico netamente subjetivo y a una actitud esencialmente democrática.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuándo aprenderemos los españoles a formular opiniones y a dejar las afirmaciones y las declaraciones categóricas a la ley y sus representantes?

El abad de Montserrat sigue adelante con su cruzada contra la COPE

¿Fariseos, sepulcros blanqueados?

Como fruto de conjuras ocultas en consignas políticas a la manera de la ya vieja y siempre actual Volem bisbes catalans, hoy muchos clérigos de la Tarraconense lo son, más que por fe y fidelidad a la religión católica, por identificación con el catalanismo político y social: esa es su verdadera/falsa religión y a esa religión cismundana dedican su actividad pastoral/pastoril, al menos en buena/mala medida Como agentes del catalanismo político, tales clérigos llevan a cabo en el espacio de su demarcación/jurisdicción/zona de influencia una intensa y demeritoria labor de tipo inquisitorial en cumplimiento de las directrices y las consignas políticas que reciben de la Generalidad. En definitiva, ellos también contribuyen con celo y de buen grado a que, progresivamente, en Cataluña ni se hable ni se rece en español. Y sobre todo, a que un día no lejano en estas tierras y sus iglesias no se celebren servicios religiosos ni en español ni para españoles. Clérigos de la Tarraconense como el abad de Montserrat, el sabadellense Josep Maria Soler, hacen todo eso y lo niegan, lo niegan y siguen haciéndolo. Contumacia y mala fe, pecado contra el Espíritu Santo. Este falso hombre de Dios ha llegado incluso a pedir al Vaticano que medie para que la Cope no ataque a Cataluña.
Cinco preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué ataques de la Cope a Cataluña son esos?
¿Por qué el abad no cita al menos uno en concreto?
¿Y si alguien le dijera que en conciencia está obligado a hacerlo?
¿Y si los creyentes de la Tarraconense se dirigen también al Vaticano denunciando la línea oficial de la jerarquía de esta provincia y las directrices impartidas (de viva voz y sotto voce) a sus clérigos?
¿Hay mayor y más grave ataque a Cataluña que negar la existencia en ella de una comunidad de lengua española, siendo como es mayoritaria, y arrebatar a los miembros de esa comunidad los derechos constitucionales que les corresponden como ciudadanos y como creyentes?
Miserable, miserable.

Hervás: camino de las Batuecas

Más reconciliación, menos memoria

Mientras prepara su viaje, primero y último, a las Batuecas, donde tiene pendiente un diálogo con Zaratustra, teutón admirador de nuestro señor Don Quijote, Pájaro bobo recibe de Hervás un mensaje que dice o, para ser exactos, decía, pues ha permenecido meses enredado en las mallas inalámbricas de la red virtual:

Estimado Sr. Ibero,

me dirijo a usted a fin de aclarar algunos de los términos, absolutamente equívocos, en los que menciona y califica usted el proyecto de investigación sobre la Memoria Histórica de Hervás que he desarrollado durante los dos últimos años, y que en estos momentos está a punto de ser presentado en forma de libro, en el transcurso de cuya redacción me puse en contacto con usted para recabar su colaboración en lo que respecta a la figura de su padre, D. Miguel Ibero Alonso, residente en Hervás y concejal de su último consistorio republicano, asesinado en septiembre de 1936 por simpatizantes fascistas.

Es en este sentido que quisiera precisar: que este proyecto no está “promovido” por el Col.lectiu Kaosenlared de Terrassa, sino que responde a una iniciativa personal que ha contado con el apoyo de, entre otros medios de difusión, el sitio Kaosenlared.net, que no es ningún “colectivo catalanoseparatista radicado en Tarrasa” sino un sitio web de opinión e información, que muy meritoriamente dicho colectivo tarraconense sostiene con su trabajo comprometido y desinteresado, pero que da cabida a un sinnúmero de puntos de vista diversos de la izquierda social, sindical y política del conjunto del Estado español. No existen “las manipulaciones, las intrigas y las traiciones” que usted advierte, ni en esta iniciativa personal, ni en Kaosenlared.net, ni en Radio Hervás y La Crónica del Ambroz, que también han cooperado en su difusión, ni en la Asamblea de Extremadura, editora del volumen que la concluye (por el momento), ni en quienes amablemente han participado en ella con sus testimonios, decenas de vecinos o personas con raíces familiares en el Valle del Ambroz, muchos de ellos, como usted, familiares directos de personas asesinadas que sí han querido colaborar en este humilde, pero decidido empeño de honrar su memoria. Tan respetable es su decisión de no colaborar con este proyecto, como la contraria, por la que otros han optado, y sería de agradecer, entiendo, que juicios de valor de tan grueso calibre como los que usted emplea (”Miserables”, ¿quiénes?) fueran administrados con mayor mesura y conocimiento de causa. No sólo como muestra de templanza y respeto personal entre ciudadanos civilizados, sino como ejercicio de la pequeña aportación que podemos hacer, en nuestro más inmediato presente y cotidiano actuar, a ese objetivo de una genuina, sincera y profunda “reconciliación de los españoles” a la que sin duda todos, aún desde nuestras legítimas y enriquecedoras diferencias, aspiramos.

Atentamente.

Francisco Moriche Mateos

Este comentario, reproducido literalmente, es la respuesta al siguiente texto publicado en su blog por Pájaro bobo:

Memoria histórica: de Hervás a Tarrasa, de Tarrasa a Hervás

Ay Carmela, ay Carmela

Quiero recordar que hace como un año recibí una carta de Hervás, firmada por Francisco Moriche. Quiero recordar asimismo que en ella el infraescrito me pedía muy respetuosamente información sobre mi padre, Miguel Ibero Alonso, asesinado en septiembre de 1936 no lejos de esta villa extremeña, donde residía. A pesar del tono comedido y—repito— muy respetuoso de la misiva, decido no colaborar con el solicitante, pues no estoy a favor de una memoria histórica que, en mi opinión, responde, al menos en ciertos casos, a fines que se oponen a la reconciliación de los españoles. Mis sospechas no van más allá. Sin embargo, ahora me entero de que el proyecto hervasense ha sido promovido por el Col.lectiu Kaosenlared.net, que, como he podido comprobar, es un colectivo catalanoseparatista radicado en Tarrasa. Miserables. miserables.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿en qué lugar de mi memoria histórica pongo yo las manipulaciones, las intrigas y las traiciones?


Tres consideraciones y una pregunta ingenua e intempestiva
1) Quien lo desee, puede leer la entrada del blog de Pájaro bobo y el comentario de Francisco Moriche —en orden inverso o directo—sin aditamentos. La lectura que haga de uno y otro, así como las conclusiones que extraiga de ellos, son cosa suya.
2) Si alguien lee la entrada del blog de Pájaro bobo probablemente verá que en él hay una parte dedicada a Francisco Moriche, a quien se trata con todo respeto, y una parte dedicada a Kaosenlared. Tarrasa. Pájaro bobo quiere recordar que la información sobre Kaosenlared. Tarrasa que tuvo delante de los ojos decía, más o menos, en catalán: «Kaosenlared. Tarrasa. Colectivo defensor de los Países Catalanes y promotor de la Memoria Histórica de Hervás». Lamentablemente, ya no dispone de esa información ni sabe cómo y dónde recabarla. Y, si Francisco Moriche dice después que Kaosenlared. Tarrasa no existe, allá él; sus razones tendrá. Todo lo que Pájaro bobo puede añadir es que él no se lo ha inventado. En cualquier caso, sus palabras sobre Kaosenlared. Tarrasa se refieren exclusivamente a este colectivo (inexistente?) y a nadie más. ¿Es lícito/ilícito pensar que eso es lo que se desprende de la manera en la que está redactada la información?
3) En las entradas del blog, Pájaro bobo procura exponer sus opiniones como opiniones, haciéndolo constar sistemáticamente por adelantado y de manera expresa. Él ni tiene ni se arroga el derecho a dar lecciones de lengua española, de moral y de democracia.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿quién debería sentirse ofendido aquí, el autor del comentario a la entrada del blog o el autor de la entrada del blog?

Cómo liberarse del catenaccio de las fidelizaciones

Borrón y cuenta nueva

Después de pagar, sufrir y blasfemar como un condenado, Pájaro bobo consiguió quitarse de encima dos tarjetas de crédito/débito que más que tarjetas eran losas sepulcrales. Quiere recordar que para ello tuvo que escribir, o amenazar con escribir, al Banco de España. La bronca duró algo así como dos años: uno por tarjeta y entidad bancaria. Pájaro bobo recuerda nebulosamente que, nada más oír o, para ser exactos, ver escrito el nombre del Banco de España, los presuntos acreedores huyeron sigilosamente, abandonando dinero de plástico y cantidades supuestamente adeudadas. Acto seguido, Pájaro bobo se propuso ordenar el cenagoso manglar de recibos bancarios que le chupaban la sangre como caterva de sanguijuelas. Después de hacer varias listas y tratar de identificar cada uno de los recibos a partir del emisor y comprobar que no había manera de aclarar la situación, optó por una medida drástica y sapientísima. Cambiar de entidad bancaria. En la nueva entidad domicilió los recibos que, según su leal saber y entender, debía seguir pagando y se olvidó de todos los demás, que quedaron donde estaban. La intención de Pájaro bobo con esta medida era esperar a que los supuestos acreedores reclamaran las cantidades pendientes y pagarlas si realmente las debía. No recibió ninguna reclamación y en lo sucesivo sólo tuvo que atender a los recibos domiciliados en la nueva entidad bancaria.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué los emisores de los recibos no presentaron al cobro ninguno más, así que Pájaro bobo cambió de entidad bancaria? ¿ Acaso, al oír el nombre del Banco de España, renunciaron a las cantidades adeudadas por el cliente y pendientes de cobro o habían estado cobrando hasta entonces cantidades que este no adeudaba?

Democracia y representación en Vascongadas y Cataluña

Preguntas ingenuas e intempestivas

¿Es lícito que en Vascongadas y Cataluña se celebren elecciones mientras no haya democracia y, a la hora de ejercer su derecho, más de la mitad de los votantes no disfruten de las garantías constitucionales que les corresponden? ¿Qué significa que un partido minoritario gane unas elecciones en una situación dominada por el terror? ¿Cómo es que en Cataluña los partidos separatistas han ganado las lecciones en varias ocasiones siendo como son minoritarios? ¿Cuáles serían la presencia y la representación de los separatistas vascos y catalanes en las instituciones públicas si en Vascongadas y Cataluña hubiera democracia? ¿Qué hay que hacer para que en Vascongadas y Cataluña haya democracia? ¿A dónde conduce la situación política actual de España, siendo así que, ya a medio plazo, esa situación resultará insostenible?

Cataluña: una sociedad, dos comunidades


Historia, realidad social e irrealidad política

¿Qué son esos que se empeñan en hablar de una nación catalana y se niegan a admitir y reconocer la existencia de una sociedad civil formada, tanto hoy como a lo largo de la historia, por dos comunidades sociolingüísticas, una comunidad de lengua española, integrada ahora por más de cuatro millones de personas (equivalentes al sesenta por ciento de la población total), y una comunidad de lengua catalana, integrada por tres millones de personas (equivalentes al cuarenta por ciento restante): ignorantes o miserables?
¿A qué nación pertenecen los miembros de la comunidad de lengua española de Cataluña?
¿A qué nación pertenece Pájaro bobo?
Miserables, miserables.

Del PSOE-PSC a Ciudadanos pasando por el PPC o de Maragall a Carreras pasando por Piqué

Tres miembros del Rovell de l'ou al servicio de su causa en predios/pecios españoles

Desde los albores de nuestra democracia, el modelo catalán tenía prevista la monopolización de la dirección de todos sus partidos políticos, de modo que aquí, vora al mar de la Sargantana, la política la hicieran íntegra y exclusivamente ellos para ellos. Conditio sine qua non con valor de razón de (futuro) Estado. Los dirigentes del PSC o Partido de los Socialistas/Separatistas Catalanes fueron los primeros que pusieron en práctica la doctrina en el ámbito de su demarcación/jurisdicción. Esa doctrina, concebida a modo de fractal, debía servir a un mismo tiempo como modelo de cada uno de los partidos catalanes y de todos ellos en su conjunto como frente nacional e incluso como proyecto independentista bajo la fórmula, añagaza y trampantojo de soberanía compartida.
Ya antes de desgajarse nominal/oficialmente del PSOE, los pseudosocialistas de la cuerda de Obiols y compañía hacían política catalanista, separatista y, por lo tanto, contraria al ser y sentir del ochenta o noventa por ciento de los afiliados de su partido. Obreros españoles contra obreros españoles, política antiespañola perpetrada con españoles y por españoles ilusos e ilusionados, gracias a un ardid urdido por los muy burgueses hijos y herederos de las cien familias barcelonesas. Maragall triunfa y hace honor a su estirpe, pero sobre todo crea y funda escuela: la teoría y la práctica del federalismo asimétrico y la teoría y la práctica de la soberanía compartida son obra de este miembro vitalicio del Sanedrín catalán. Miserable, miserable.
Después de Maragall y una vez eliminado Vidal-Quadras, bestia negra de todos los separatistas y todos los separatismos que es fan i es desfan, le toca el turno a Piqué, otra eminencia del arte diabólico de la intriga y la traición. Su misión consiste en establecer-restablecer el sector del frente catalanista donde se asienta tradicionalmente la derecha española y filoespañola de Cataluña y donde en los últimos tiempos se han atrincherado-bunkerizado los superviventes del franquismo orgánico, así como no pocos funcionarios del Estado y representantes de las nuevas generaciones conservadoras. En esencia, la operación consiste en provocar la disolución del Partido Popular de Cataluña y forzar el paso-traspaso en masa de sus efectivos a Convergencia, llamada a ser la continuación social y sociológica del franquismo. A decir verdad, a Piqué la operación no le va a salir tan redonda como a su colega sonámbulo y noctívago, pero hay que reconocer que el hombre lo intentará y pondrá todo su empeño en la traición. Además, antes de marchar con viento fresco va a dejar en la parcela, ahora páramo y baldío, a dos subalternos de toda confianza/desconfianza con el encargo de ultimar/rematar la zacatúa y, para empezar y como de paso, hacer la vida imposible a un desvalido e inválido Daniel Cirera. De hecho, los dos subalternos —Montserrat Nebrera y Francesc Vendrell— llevan ya meses, incluso años, trajinando de cintura para arriba para dejar al pobre cirerer (cerezo) sensa cap fulla i amb el cap pelat. Y en esas están todavía. Por trajín e insidia, seguro que no va a quedar.
Cuando los jóvenes cibernautas del Partido de los Ciudadanos, burlando el sistema de vigilancia de los mossos d'esquadra de la Generalidad, penetraron en el Parlamento de Cataluña y hurtaron tres escons, los intelectuales que les habían prestado asistencia y cobertura, conocidos en esta página virtual como los Sirgadores de san Gervasio, volvieron a sus aulas, sus columnas periodísticas, sus revoluciones y sus intrigas de letra impresa y papel. Como siempre, como en el 68.
Todos menos uno. Uno de ellos decidió permanecer con los conjurados y asumir, por propia decisión/designación, el papel de algo así como consejero, tutor o Privatdozent de su joven e inexperto líder. A Pájaro bobo, la cosa no sólo no le gustó ni un pelo sino que incluso le olió muy pronto a chamusquina, pues, como el mencionado intelectual era miembro conocido y reconocido del Rovell de l'ou, establishment político, económico y social de la Generalidad, no acertaba a comprender qué podía hacer allí el subsodicho, como no fuera confundir al personal a la manera de un Piqué y, llegado el momento, prestar gustosamente su excelso know-how para barrenar la nave, hacerla embarrancar o guiarla hasta las atarazanas de la Barceloneta en su última y definitiva derrota.
Lamentablemente, y como era de temer, la nave de los Ciudadanos de Cataluña embarrancó frente a las costas pancatalanas de Convergencia, y el profesor Carreras, otrora consejero, tutor y Privatdozent de cibernautas, volvió a sus labores como miembro distinguido de la intelectualidad adscrita al Rovell de l'ou. Que le dure. Y recuerde: las aventuras, para los aventureros.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué será de los Ciudadanos de Cataluña sin su guía espiritual-intelectual o, lo que es igual, cómo terminará la aventurada singladura de la nave de los Ciudadanos en las empozoñadas aguas del mar, ayer piélago, de la Sargantana?

El efecto Ramoneta

España a vista de murciélago

En la cama, cabeza abajo o, lo que es igual, a vista de murciélago, Pájaro bobo lee en ABC, único diario de todos los españoles: «El Gobierno vasco copia el modelo catalán en la enseñanza». Habida cuenta que el subsodicho pájaro lector ya bautizó el modelo catalán como modelo fenicio y el modelo fenicio como modelo y política de «la puta i la Ramoneta» y previó sus consecuencias sobre la Fenicia de Poniente y el resto de territorios autónomos de la ibérica piel de toro, ahora cae instintivamente en la tentación de blasfemar, pero enseguida, recordando que estamos en la «Semana pecaminosa», antes llamada «Semana santa», se reprime y se dice a sí mismo con lágrimas de Boabdil el Chico en el alma: «Claro, claro, eso es el efecto Ramoneta».
Luego, meditando y contemplando España a vista de murciélago, Pájaro bobo acierta a preguntarse antes de que se le vaya definitivamente la cabeza: ¿por qué en España, siendo como es una democracia, las minorías se imponen a la mayoría? ¿Será que, a vista de murciélago, en España todo es lo contrario de lo que es y, por lo tanto, todo es lo que no es?

La ley de Ibero

En el ámbito de la probabilidad lógica

Esta ley sostiene:
Cuando un proyecto ha sido planteado correctamente, formulado correctamente y ejecutado correctamente, el resultado a obtener/obtenido tiende a ser mejor de lo previsto inicialmente por quien lo planteó, lo formuló y lo ejecutó. Un resultado mejor de lo previsto inicialmente da derecho a pensar que el planteamiento, la formulación y la ejecución del proyecto han sido mejores de lo previsto inicialmente. Por lo demás, un resultado mejor de lo previsto inicialmente tiende a mantenerse indefinidamente en una proporción variable, siempre positiva, si se repite rigurosamente el proceso en su planteamiento, su formulación y su ejecución.

Cataluña: dos comunidades sociolingüísticas y una supraideología o entre la opresión y el partido único

A Enric Juliana, quintacolumnista y vigía de Pujol en los Madriles

Cataluña es un caso histórico de programación sociopolítica. Una burguesía, la catalana —formada y enriquecida al calor de la dictadura de Franco—, inicia sus actividadades con carácter de conjura durante el tardofranquismo. En su proyecto acaricia la idea de llegar a tener una caja propia y aparte pero sin dejar de pertenecer a España o, si se prefiere, al Estado español y beneficiarse de su estructura organizativa, con el correspondiente know-how, y sobre todo de sus fondos. Realpolitik bajo la fórmula autóctona de política de la puta i la Ramoneta y la denominación de origen «Soberanía compartida». Su primera consigna perceptible y audible fue tal vez el grito a coro Volem bisbes catalans, que traducida al lenguaje de los conjurados equivalía a decir: «Queremos obispos y abades catalanistas, sólo catalanistas». ¿Y los feligreses? De esos ya hablaremos.
Cuando se inicia el proceso democrático, formalmente democrático o pseudodemocrático, la mencionada burguesía ya tiene a punto su organigrama para Cataluña e incluso para el conjunto de España, llamada de ahora en adelante siempre y sólo Estado español. En su parcela, una nueva doctrina, llamada nacionalismo y concebida como supraideología, unficará todas las instancias oficiales, todas las actividades públicas, todos los partidos políticos, que han de estar íntegramente en manos catalanas. Las dos comunidades sociolingüísticas de Cataluña quedan reducidas a una sola, la catalana, pues, la comunidad de expresión y sentimiento español deja de existir en cuanto que se niega y reniega su existencia, y hasta su lengua es sometida a una opresión-marginación que con el tiempo hará temer por su misma supervivencia en estas tierras. Miserables, miserables.
Miembros de la burguesía catalana-catalanista copan las instancias de poder y representación, incluidos los partidos políticos y, dentro de estos, los partidos de izquierda, donde militaban, luchaban y penaban los pobres charnegos que la burguesía ahora triunfante y dominante había utilizado como carne de cañón y fuerza de choque en su lucha-conjura contra el franquismo. Lo de siempre.
Así, pues, catalanes catalanistas no sólo copan las cabeceras de los periódicos, las cúspides jerárquicas de las instituciones públicas y la dirección oficial y secreta de los partidos políticos, sino que, como es lógico, forman también el Sanedrín y el establishment económico-político-social conocido y reconocido como Rovell de l'ou, mientras que la comunidad de lengua española es marginada y sus cabezas pensantes pasan a formar parte de la lista de enemigos de Cataluña e indeseables a los que hay que perseguir y exterminar sin contemplaciones. Y en esas están.
Pregunta ingenua e intempestiva a Enric Juliana, quintacolumnista y vigía de Pujol en los Madriles: ¿crees sinceramente que la realización de vuestro sueño-conjura es cosa, como máximo, de diez años?

Cuando la esencia y la existencia de España están entredicho


Ninguna democracia sin Estado de derecho y ningún Estado de derecho sin democracia.
Jürgen Habermas

Hoy, lunes, 17 de marzo de 2008, Jiménez de Parga escribe en la Tercera de ABC: «Las democracias pluralistas funcionan más correctamente cuando los grandes partidos están de acuerdo en la forma de abordar y solucionar los problemas esenciales». Pájaro bobo opina que evidentemente el jurista tiene razón en el supuesto que plantea, pero considera que, dejando aparte ese supuesto, el mal que aqueja a España, tanto en estos momentos como a lo largo de toda su historia reciente, es otro muy distinto e infinitamente más grave que el dado y/o  insinuado por el jurista, habida cuenta que afecta a su esencia y su existencia. Dentro de sus fronteras hay minorías políticas, sumamente influyentes, que no aceptan la concepción de España como una nación unitaria. Son oligarquías burguesas que, después de apoderarse de dos de las regiones más prósperas de España, amenazan, unas veces, con sojuzgarla y después destruirla y, otras veces, con destruirla y después colonizarla. Hablamos de las burguesías vasca y catalana. En estas circunstancias, y a la vista de los mensajes que nos llegan del futuro inmediato, Pájaro bobo considera que o España consigue integrar en su seno a las mencionadas burguesías o, muy probablemente, sucumbirá a manos de ellas, sus conjuras y sus intrigas. Dado que la sociedad civil española ha demostrado en las pasadas elecciones un sentido de pertenencia o patriotismo realmente encomiable, ahora hace falta que los dos grandes partidos nacionales actúen conjuntamente con el sentido de Estado que el momento requiere.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿estarán el PSOE y el PP a la altura de las circunstancias o dejarán que España sucumba a manos de minorías insolidarias y por eso mismo reaccionarias?

De las elecciones al Pacto de Estado

La gran lección de la sociedad civil

Posiblemente la lectura más acertada de las pasadas elecciones es la que ve en ellas un triunfo rotundo de la sociedad civil: fuerzas integradoras frente a fuerzas desintegradoras. Triunfo tanto más significantivo cuanto que se ha producido no sólo en el conjunto de España sino también y sobre todo en Vascongadas y Cataluña, predios históricos del separatismo. En el norte, los trabucaires de ETA y sus valedores han sucumbido en las urnas a manos de los que han decidido seguir siendo españoles, incluso dejándose matar sin matar, mientras que en Cataluña los andaluces del PSC, jaleados a la usanza torera por Felipe González, se han impuesto clamorosamente a los burgueses de CIU y los republicanos del carallot (botarate) Carod. Se diría que ha pasado la hora de los intrigantes/conjurados y los trabucaires/matones y ha llegado el momento de que hablen los otros catalanes y los otros vascos: charnegos y maketos.
Por todo ello, Pájaro bobo quiere creer que la sociedad civil en su conjunto ha dicho de manera rotunda a los políticos tanto lo que piensa y lo que quiere —esto es España y nosotros somos españoles— como lo que no piensa y no quiere —no nos interesan las Autonomías y no queremos ni separarnos ni que nos separen—. En opinión de Pájaro bobo, ahora los dirigentes de los dos grandes partidos nacionales harían bien en captar ese mensaje y actuar en consonancia con la voluntad popular mediante la firma de un pacto de Estado, un pacto de Estado que, para ser merecedor de ese título y constituir a la vez una medida eficaz y duradera, debería tomar como referente único y suficiente la Constitución, no la línea de actuación de un gobernante o un líder político concreto. En estas circunstancias, lo deseable y exigible es que los dos grandes partidos nacionales se remitan por igual y al unísono a la Constitución como punto de convergencia y línea directriz, independientemente de la ideología de la formación que ocupe el poder, pues los dos partidos deben lealtad a la Constitución y al pueblo español como titular de la soberanía nacional. Eso es lo que el PSOE y el PP han dar y han de exigirse mutuamente. En la Constitución está escrito lo que deben hacer y cómo deben hacerlo.
Pregunta ingenua e intempestiva: si la Constitución de 1978 consagra al pueblo español como titular de la soberanía nacional, ¿puede utilizarse luego esa Constitución para separar a los españoles y destruir España como nación?

Cataluña como prenda y penyora


¿De qué gente me hablas?

Vidal-Quadras, lúcido y leal, sabe o debería saber que la Cataluña real, la Cataluña de las dos comunidades sociolingüísticas, está aherrojada por una burguesía erigida en clase dominante y, por eso mismo, sustentadora de una supraideología con vocación totalitaria e incluso dictatorial llamada nacionalismo. La burguesía es una capa o un estrato social de carácter endogámico y evolución/involución circular, mientras que el nacionalismo es un movimiento abierto y expansivo que actúa de abajo arriba y de arriba abajo. La burguesía se viste de nacionalista, y de lo que haga falta y convenga, con tal de conservar los privilegios inherentes a su condición de clase dominante.
Los intelectuales españoles aún no han acertado a ver, comprender y aceptar que el llamado nacionalismo catalán es esencialmente, y acaso en mayor medida que cualquier otro, un movimiento burgués, rabiosamente burgués. No sólo privilegia a la comunidad de lengua catalana, sobre la que se proyecta como cerebro de una pretendida nación, sino que además domeña a la comunidad de lengua española y la utiliza como catapulta contra el conjunto de España y las instituciones estatales. Miserable, miserable.
Si se quiere acabar con esa situación y establecer en esta región española un orden social que, siendo mínimamente justo, responda a la existencia de sus dos comunidades sociolingüísticas, numéricamente equiparables, es necesario despojar a esa burguesía de sus privilegios y, muy concretamente, de su poder, empezando y terminando, claro está, por el poder económico.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿hay en España un hombre con sentido de estado capaz de abatir y desarmar a esa burguesía en su propio terreno y con sus propias armas?

Los nuevos catalanes


No son catalanes de vena y mena sino una mena de catalanes. Se esfuerzan en parecerlo y sobre todo en que no se les note que llegaron de fuera. Son conversos e hijos de conversos


Sus padres, emigrantes/inmigrantes de los años cincuenta y sesenta de ese siglo que ya es historia, se instalaron en los suburbios de la metrópoli catalana y las ciudades de su cinturón industrial, vora al mar de la Sargantana. Trabajaron, medraron y prosperaron. Con la llegada de la democracia, sus hijos, adiestrados en las asociaciones de vecinos, en las casas regionales, en los sindicatos y en los comités de empresa, cogieron la antorcha de la izquierda beligerante y se afiliaron en masa al PSC de los Obiols, los Serras y los Maragalles. Carne de cañón y fuerza de choque en las huelgas y las manifestaciones populares contra el franquismo y en beneficio de un catalanismo siempre burgués, siempre oportunista, siempre al acecho. Hasta que llegó su hora. La burguesía catalana, ahora orgullosamente catalanista, elaboró el organigrama y se reservó/copó las instancias de poder y representación. De momento, la charnegada a las galeras. Pero luego esa misma burguesía comprendió que había que incorporar al proyecto de la soberanía compartida a los elementos más dóciles y desleales/leales de esa charnegada que, mientras tanto, había dado origen a una nueva forma de catalanidad. Entonces surgen los Montillas, las Chacones, los Icetas, los Corbachos, las Manuelas de Madre y tantos y tantas otros y otras que aprendieron a medrar y medraron. El Sanedrín catalán decide concederles rango de catalanes e incorporarlos a su proyecto como mensajeros e interlocutores de los políticos españoles. Y en esas están.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿a qué extraño designio obedece querer colocar como ministro de Fomento a un analfabeto funcional?

España: realidad y fraude político

¿En quién reside la soberanía nacional?

Después de analizar los resultados de las pasadas elecciones de acuerdo con un esquema bipolar —partidos estatales-partidos separatistas con sus respectivas zonas de influencia— y comprobar que los dos primeros se han impuesto a los segundos en una proporción numérica del 93-95% frente a un 7-5% de los votos, Pájaro bobo ha llegado a la conclusión, a la vez sobrecogedora y esperanzada, de que, si hoy España es realmente una democracia, el separatismo de Vascongadas y Cataluña constituye un problema ficticio o, al menos, de desarrollo momentáneamente hipertrófico. Lamentablemente, la parcelación de nuestra población y nuestro territorio llevada a cabo mediante el sistema autonómico no sólo ha invalidado de facto el principio de la soberanía nacional sino que, ya antes, destruyó el concepto de pueblo español como sujeto único, total e insustituible de esa soberanía. A decir verdad, por mor del sistema autonómico ahora hay un pueblo español, pero también un pueblo catalán, un pueblo vasco, un pueblo extremeño, etcétera, cada uno de ellos con su Parlamento y, por consiguiente, cada uno de ellos con capacidad legítima, democrática y legal (¿suficiente?) de decidir, ya ahora o en el futuro, sobre sus asuntos. El Parlamento, todo Parlamento, como instancia legislativa, empieza por legitimarse a sí mismo y a continuación legitima a la comunidad humana de la que ha surgido y a la que se propone servir mediante un orden social alumbrado por la razón. El Parlamento es el núcleo de la nación moderna, entendida, a la manera de Hegel, como una unidad de destino. En líneas generales, lo que viene después —afirmación de una identidad colectiva propia y segregación humana y territorial— es una consecuencia lógica y, en cierto modo, obligada de lo que en el fondo no es más que un proceso de emancipación.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede hablarse hoy de pueblo español y afirmar que la soberanía nacional reside en el pueblo español cuando en España hay diecisiete Comunidades Autónomas con sus respectivos Parlamentos y cada uno de esos diecisiete Parlamentos posee capacidad legislativa y, por lo tanto, legitimidad y autoridad sobre su respectiva Comunidad Autónoma?