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La industria de Pájaro bobo

Ciudadanos de Cataluña

Lecciones de historia para supervivientes

Pájaro bobo quiere creer que el Aznar de los Aznares, desconocedor vitalicio del tarannà de un Pujol ben Gurión e ignorante supino de la realidad catalana, dio su visto bueno al Institut Catalunya Futur (ICF) como filial de la FAES, Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, después de ser catecumenizado y aleccionado por comisarios del establishment conocido internacionalmente con el nombre de Rovell de l'ou. En este caso, cuando dice comisarios, Pájaro bobo piensa concretamente en quintacolumnistas de ABC como Valentí Puig, en animadoras de happenings para feligreses y gent gran como Montserrat Nebrera y Maite Nolla, en hombres de daga en la cintura como Francesc Vendrell y naturalmente en Josep Piqué, padre político de todos ellos y otros muchos, por su condición de director del Departamento de Sabotajes, Conjuras e Intrigas a Distancia de la Generalidad. Como brazo ortopédico de Convergencia, el ICF despliega su actividad en el sector español de Cataluña y, muy concretamente, en los feudos del PP y el Partido de los Ciudadanos. Su misión consiste en controlar las actividades de una y otra formación para, acto seguido, catalanizarlas de acuerdo con el modelo puesto en práctica por los maragallianos del PSC y así hacer que ciudadanos y populares, debidamente aconductats, terminen en la panxa del bou, aunque, a decir verdad, en este caso el buey es una vaca y se llama Convergencia.
Provistos de salvoconductos de la Generalidad, ellos y ellas se mueven con total libertad, sin respetar ni predios ni fronteras ideológicas. La codiciosa y locuaz Nebrera recorre ahora el país de las cuatro barras, desde las Terres de Ponent hasta la Barceloneta y el mar de la Sargantana, pronunciando discursos y conferencias donde le pagan y no la han llamado, mientras que la noia Nolla estuvo intrigando y sembrando cizaña en los minifundios del Partido de los Ciudadanos hasta que, descubierta en plena faena/intriga, tuvo que escapar como raposa (léase zorra) por un tejado. Mientras tanto un tal Francesc Vendrell se dedica a amargar la vida al pobre Daniel Sirera agitando constantemente las ramas del cerezo (cirerer) para que las picotas, cultivadas en su día por Piqué, caigan de una vez y él pueda llevarlas a Convergencia y, a continuación, presentar la factura a la Generalidad, que según se dice paga generosamente sus servicios a los comisarios lingüísticos y políticos.
Pájaro bobo considera que, mientras el futuro de los populares en Cataluña es muy incierto, los ciudadanos del Partido de los Ciudadanos tienen buenas posibilidades de resistir la presión/opresión y los sucesivos embates del catalanismo institucionalizado y más radical, pues tanto dirigentes como afiliados de base poseen una conciencia clara y unívoca de lo que son y de lo que quieren seguir siendo. En cualquier caso, si superan la prueba serán un ejemplo de que un partido político formado por personas conscientes e ilustradas puede hacer frente a una situación dictatorial de cuño israelí y sobrevivir con una dignidad que precisamente los judíos casi nunca exhibieron en tiempos del nacionalsocialismo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tiene oído musical Aznar?

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