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La industria de Pájaro bobo

actualidad

La derrota de Occidente

Se habla de cambio climático cuando, como ya ha dicho Pájaro bobo, lo lógico y pertinente (acaso lo menos ilógico y lo menos impertinente) sería hablar de degradación del medio ambiente, de la bioesfera o de las condiciones de vida en nuestro planeta. No hace falta. Precisamente por absurda, no hay que desechar la idea de que, tal vez, el ser humano está destinado a autodestruirse. Y, si no, ahí están los musulmanes. Por lo pronto, Europa corre gravísimo peligro. Los musulmanes han encontrado un arma para luchar contra la superioridad tecnológica de Israel, de Estados Unidos y de Occidente en su conjunto. Ese arma es la fe. Una fe que ya no mueve montañas pero derriba edificios gigantescos, erigidos en símbolos de la opresión que, según ellos, sufren y del odio que, según nosotros, sienten. Opresión y odio. Cóctel mortífero. Como en otros tiempos, la fe convierte al ser humano en una bomba. La metralla está en el corazón, el mecanismo en la cabeza.
En opinión de Pájaro bobo, Occidente debe afrontar la amenaza islámica con inteligencia y sangre fría. Invadir un país, dos países, tres países no soluciona el problema, lo agrava. Como lo agrava llamar terrorista a todo aquel que se opone a la invasión-ocupación de su patria. Ésa es una manera de convertir a todos sus habitantes en terroristas. Y también una manera de que los habitantes de todos los países árabo-musulmanes se solidaricen y se unan en la lucha contra Occidente y sus aliados. Si quiere conjurar el peligro y salir airoso, Occidente debe renunciar a su superioridad bélica y emplear las armas de la razón. Y, como primera medida, debe estudiar a fondo la mentalidad de los pueblos árabo-musulmanes. Su sistema de valores, su modo de entender la vida individual y colectiva o social. En el enfrentamiento, el creyente tiene ventaja sobre el no creyente; por eso busca siempre el cuerpo a cuerpo, y ahí, en el cuerpo a cuerpo, las máquinas no sólo no sirven de nada sino que incluso constituyen un impedimento, un impedimento tan grande como las corazas y los escudos medievales. En opinión de Pájaro bobo, Occidente debe despojarse de su pretendida superioridad y adoptar una actitud realista y racional. Para él es una ingenuidad pensar que, si se produce un choque de civilizaciones, en ese choque van a prevalecer las condiciones que fije Israel, Estados Unidos u Occidente. Lo más seguro es que sean los árabes quienes fijen la hora, el lugar y el modo o los modos del choque, que, si Alá quiere y Jehová no lo impide, serán varios. O muchos. Ya ahora podemos dar por cierto que los golpes o mazazos serán siempre por sorpresa. Y, muy probablemente, en varios lugares a la vez. Y, con toda certeza, en los puntos más vulnerables, en los puntos más sensibles. Allí donde más grande sea el daño, y más persistente; un daño, a ser posible, irreparable, definitivo, total.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuándo aprenderá Estados Unidos la lección de Irak y Afganistán?
¿Qué será de Europa?
¿Qué será de Israel?
¿Qué será de España?

El terror del traidor

El catalanoseparatista Valentí Puig firma hoy, 18 de abril, la tercera de ABC con un montón de palabras bajo el título de El vasto vértigo del terror que empieza así: «El sueño regresivo del gran califato impone la desaparición de la autonomía individual y, en último extremo, convierte al ser humano en arma contra la humanidad, con un cinturón explosivo o al volante de un camión cargado de dinamita, destinado a destruir vidas humanas y todo elemento de convivencia que se oponga al totalitarismo jihadista». Si alguien, después de intentarlo varias veces, no consigue entender el texto que antecede, que no se asuste. En opinión de Pájaro bobo, el que debería asustarse es el que dijera que lo ha entendido, fuera o no fuera verdad. Como lector incurable y adicto de ABC, Pájaro bobo sigue creyendo que el portentoso autor de semejante constructum piensa en polaco y luego se hace traducir al español lo que piensa con un robot de penúltima generación. En cualquier caso, no cabe duda de que estamos ante una eminencia no de la lógica sino de la perversión de la lógica. Tal eminencia remata su faena con estas dos perlas de la mejor politología europea: «Esta vez, la vieja Europa del relativismo y el colesterol no puede permitirse tanta transigencia. Hace tiempo que la «jihad» cruzó el Mediterráneo».
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Alguien puede explicarnos qué tiene que ver el relativismo con el colesterol?
¿Cuánto tiempo hace que Valentí Puig, el Golafre de las Pitiusas, cruzó el Ebro para instalarse en la capital de España como miembro del lobby fenicio de la intriga permanente, la traición persistente, la conjura convergente-disolvente?
¿Y si después de tanta intriga, tanta traición, tanta conjura, resulta que el invento no resulta?

Del enroque largo al enroque corto

Pájaro bobo ha hecho algo que no desea, y tampoco aconseja, a nadie que esté en su sano juicio y quiera conservarlo. Primero, huyendo de un entorno hostil y ya sin ganas ni posibilidades de hacer la guerra con un mínimo de garantías para su dignidad, que ahora se llama autoestima, renunció a la calle y el paseo diario, y se refugió en su Búnker de pladur. Enroque largo. Allí vivía, convivía y sobrevivía sin problemas mayores, toda vez que tenía todo lo que un hombre deseoso de paz y libertad verdaderas necesita: condumio más que suficiente en calidad y cantidad para el cacumen, el vientre y el bajo vientre. Lo tenía y lo tiene. Pero resulta que la vida es larga, y la imaginación rebelde y levantisca. Y cada mañana, cuando Pájaro bobo se asomaba a la ventana de su Búnker de pladur para saludar con la mirada a sus gatitos del jardín de infancia y dar gracias a Dios por enviar al Menesteroso con comidita para la prole, que era y es también suya, pensaba en los mundos que se extendían al otro lado del cristal y en las vidas que se desvivían lejos de la suya. Y una mañana, así que el primer rayo de sol acarició su cabeza, su mente se iluminó y él, Pájaro bobo de por vida, tomó una decisión: dejar a disposición de sus actuales y legítimos moradores, Margarita y Blacky, el Búnker de pladur, menos la habitación donde tenía su ordenador, sus carpetas con apuntes y algunos de sus libros. Dicho y hecho. Pájaro bobo cogió su rey y lo pasó del flanco izquierdo al flanco derecho, o sea, del enroque largo al enroque corto, maniobra, argucia y triquiñuela que, como es sabido, está prohibida en la práctica ajedrecística desde la categoría de los principiantes hasta la de los grandes maestros.
Ahora, Pájaro bobo se pasa los días delante de su ordenador, conectado a la red y enviando y recibiendo mensajes de gentes a las que ni conoce ni, probablemente, conocerá. Una vida real en un mundo virtual. Tanto es así que la primera vez que Margarita llamó a su puerta y Pájaro bobo le contestó «Tengo visita», la buena mujer se sobresaltó pensando no sabemos qué y, nada más abrir la puerta, dijo, mitad liberada, mitad incrédula: «¡Pero si aquí no hay nadie!» Efectivamente, son visitas invisibles, reales pero invisibles. El visitado y anfitrión, host para los cibernautas, las puede ver y leer pero no palpar. A decir verdad, en este mundo nadie palpa nada.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuánto tiempo puede vivir un ser humano entre el enroque largo y el enroque corto?

Sigue la cuenta atrás en la destrucción de España

Después del aquelarre de los fantasmas y los fantasmones del carallot Carod, el Topo del buen Retiro (el Talp del bon Recés) anunció la celebración de una «misa unitaria» que Pájaro bobo interpretó como una misa negra en la noche de Walpurgis. Ya vendrá. De momento, el lindakara Ibarreche toma la iniciativa separatista con la la última gran noticia: un referéndum de los vascos para los vascos. Días antes, en el Mundialito Benjamín celebrado en El Algarve, los alevines del separatista Laporta habían escenificado una de sus jugadas más conocidas y ensayadas. «Ellos que canten, vosotros aquí, sin moveros».
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Si un referéndum como el que prentende montar Ibarreche es anticonstitucional, no lo es, necesariamente, el marco político que, además de permitirlo, lo dirige y lo organiza?
¿Por qué las infracciones de la Constitución no conllevan ningún castigo para los infractores?
¿Por qué en la lengua y en el país del Golafre de las Pitiusas y del Talp del bon Recés no se pronuncian nunca palabras como perfidia, pérfido, traición, traidor, cobardía, cobarde, colaboracionismo, calaboracionista, cuando pertenecen por derecho propio al vocabulario más genuino e idiosincrásico de la política de la puta i la Ramoneta, versión vernácula, inductiva y trapisondista, de la vieja Realpolitik?

Las expiaciones del espía fenicio: de la Barceloneta a la madrileña calle de Alcalá

Enric Juliana, conocido en los Madriles, capital del Reino de España, como «el topo del parque del buen Retiro» y en la Barceloneta, a orillas del mar de la Sargantana, como el Talp del parc del bon Recés, sigue expiando y espiando. En cierto modo, Pájaro bobo se siente defraudado, pues los recursos literarios del presunto implicado como cronista matritense no están siempre a la altura de predicciones y expectativas; con frecuencia su prosa flaquea, y el prosista, falto de inspiración, opta por el floreo y el mariposeo de un forastero metido a corresponsal extranjero. Poca cosa, mucho menos de lo que Pájaro bobo se prometía. Lo siente por sus lectores. En lo que no le ha defraudado es en el trabajo de zapa, que es lo suyo. Ahí sí da la talla, a diario y amb escreix (con creces). Ahí, la criatura se mueve con la codicia y la crueldad del topo que ha conseguido penetrar subrepticiamente en la madriguera de unos conejitos confiados e indefensos.
Moraleja: para espiar hay que expiar.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿hay que tener compasión con el topo cuando canta la palinodia o por el contrario pensar en lo que habría hecho si le hubiera salido bien la jugada?

Zapatero: traiciones y delitos

En opinión de Pájaro bobo, Zapatero ha llevado a cabo, entre otras muchas, tres traiciones que son otros tantos delitos.
Primera traición delito: negociar y pactar con los representantes de una banda terrorista cuyos miembros han cometido gravísimos delitos de sangre y en muchos casos tienen causas pendientes.
Segunda traición delito: negociar y pactar con formaciones políticas que, de palabra y/o de hecho, no acatan nuestra Constitución y se proponen destruir España como nación utilizando todos los medios a su alcance, legítimos, no legítimos, constitucionales, no constitucionales.
Tercera traición delito: practicar una política fraudulenta, dolosa, desleal y globalmente contraria a los derechos de los españoles como sociedad, pueblo, nación y Estado.
Por todo ello, amén de otras traiciones y otros delitos que él conoce de primera mano y los españoles sospechamos, Pájaro bobo pide la destitución y el procesamiento de nuestro indigno y desleal jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Qué tiene que hacer o deshacer aún Zapatero para que los españoles reaccionen?
¿Y si mañana fuera ya demasiado tarde?

Las verdades y las falsedades de Pujol ben Gurión

El ex honorable (por favor, pronúnciese ix honoreibol aspirando la h) Pujol ben Gurión confiesa que está preocupado por la abstención en lo que fue y está a punto de dejar de ser feudo del catalanismo militante y recalcitrante. La dictadura con pátina de democracia se resquebraja. Ellos lo saben, lo saben y lo dicen; faltando a la verdad en conciencia y a conciencia, pero lo dicen; con lágrimas de cocodrilo en los ojos, cocodrilos del Llobregat, pero lo reconocen. Y lloran, con lágrimas de cocodrilo, pero lloran. Hoy la retaguardia de La Vanguardia habla de lo que se avecina. Tienen miedo. Tendrán que preparar una nueva chapuza y, sobre todo, perpetrar una nueva conjura. Con un lema y leitmotiv como, por ejemplo: una Catalunya independiente y con Estado propio fortalecerá la unidad de España y de los españoles porque asumirá el control de sus territorios y sobre todo de su Hacienda y de su banca. En eso son maestros. Aun así, ahora la palabra la tienen los Ciudadanos, partido de la ciudadanía. No es fácil que los engatusen, al menos en un primer envite, pero lo intentarán; sí, lo intentarán una y mil veces. Por delante y por detrás, por la izquierda y por la derecha, por arriba y por abajo, con halagos y arrumacos, con amenazas y puñaladas traperas, con pactos por las libertades y alianzas por los derechos de las naciones sin Estado, con «misas unitarias» y frentes nacionales, nunca, nunca, nunca con un acuerdo leal basado en la lealtad, pues escrito está: nadie puede dar lo que no tiene.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué chapuza, apaño, trapicheo, contubernio, chantaje o ménage à trois tienen ya preparado y preparido los padres de la perfidia para esa eventualidad que tanto temen?
¿Conseguirán los kapos de nuestra mafia política comprar, corromper, fagocitar, civilizar, democratizar, catalanizar y burocratizar a los nuevos, jóvenes y rebeldes ciudadanos de nuestra ciudadanía?
¿Aprenderán algún día los filisteos de Ponent que hasta ahora nunca nadie consiguió engañar, oprimir y sojuzgar a toda una sociedad durante todo el tiempo?
Nota
Pájaro bobo ha tomado el sintagma nominal «misa unitaria» del lingüista Enric Juliana, el topo del buen Retiro (el talp del bon Recés), que lo utiliza como sinónimo no de misa ecuménica sino de aquelarre de fantasmas y fantasmones.

Entre topos y glotones

En opinión de Pájaro bobo, Enric Juliana, «el Topo del parque del buen Retiro», se salió ayer de madre con el artículo La trampa (y sus cómplices catalanes), publicado en La Vanguardia, otrora española y hoy cobarde y cínicamente antiespañola. En él dice, entre otras cosas, que como sus hijas, residentes en Madrid, no pueden proseguir el aprendizaje del idioma catalán en horario escolar, «a la España plural parece que todavía la están peinando». ¿Cinismo o provocación?
Cabe pensar que este topo no tiene juicio o que, precisamente por tenerlo, y mucho, sólo ve lo que quiere, cuando quiere, donde quiere y como quiere. Así, todavía no se ha enterado de que en Cataluña más de la mitad de la población tiene el español como lengua materna y de comunicación normal y, a pesar de ello o precisamente por ello, la enseñanza pública se imparte exclusiva y excluyentemente en catalán, único idioma oficial del país de los fenicios. ¿Acaso el senyor Enric no ha oído hablar nunca de los comisarios lingüísticos y de las multas lingüísticas? Miserable, miserable.
Valentí Puig, «Golafre mayor de las islas Pitiusas», nos anonada con una de las creaciones más portentosas del periodismo cispirenaico a lo largo de los últimos cien años, pues en su colaboración de hoy, jueves, 12, en ABC, escribe, proclama y enseña: Los lectores ya suponen que al querer imaginar un capítulo cualquiera de la vida política por venir no se pretende la profecía sino alumbrar lo que está ocurriendo a la luz hipotética de lo que pudiera ocurrir.
Pájaro bobo se rinde y renuncia a comentar la frase con visos de lead periodístico y, por supuesto, el artículo en su conjunto. Convencido de que le faltan luces, deja tan demeritoria tarea a exégetas, hermaneutas y drogomanes con más erudición y más paciencia que él.
De todos modos, él cree sinceramente que estamos ante dos estafadores y, por lo tanto, ante dos delincuentes de la pluma y la letra impresa, habida cuenta de que, aunque cada uno utiliza armas y recursos propios y diferentes, los dos persiguen el mismo fin, y no parece que a estas alturas sea mínimamente sensato preguntarse qué fin persiguen nuestros separatistas del Mediterráneo y del Cantábrico, estén donde estén, utilicen la lengua que utilicen. Miserables, miserables.

Aclaraciones
Traducido al catalán, el sobrenombre de Enric Juliana sería: «el Talp del parc del bon Recés».
La palabra catalana «golafre» significa glotón, pero, una vez incorporada a su idiolecto, Pájaro bobo ha procurado infundirle un matiz humorístico, entre indulgente y despectivo, en la línea de bon vivant.

Babelia, oh Babelia

Pájaro bobo se asoma a la ventana de su Búnker de pladur. Los gatitos superinos de su jardín entran y salen por la gatera. Ahí llega el Menesteroso, paso ligero de legionario, legionario en excedencia perteneciente al colectivo del tuberculoso pobre, trayendo/llevando comidita a las criaturas de Dios. Es sabido que los ejércitos de ayer son, en buena medida, ONGs de nuestro hoy. Distribuir ayuda humanitaria, en vez de disparar a troche y moche, ésa es la guerra, ésa es la lucha, ése es el combate cuerpo a cuerpo. El frente está ahi, en África, debajo de nosotros; allí, en el Altiplano del cono Sur, encima de nuestras cabezas. Ejército de Salvación, Heilsarmee, Salvation Army. A Pájaro bobo le vienen ganas de irse a vivir al descampao con los superinos, pero Margarita dice que todo eso es hojarasca, fullaraca, pose intelectualoide de un sonámbulo harto de sopa; acaso, ensoñaciones de un filántropo misántropo que ha perdido el seny que nunca tuvo, ni siquiera en cuenta.
Sí, sí, pero ya veremos el día en el que la grúa con su garfio de hierro aparezca encima de nuestras cabezas y un kapo (Kamerad-Polizist) polaco al servicio de la banca polaca empiece a impartir ordenes y distribuir sus hombres, ahora llamados recursos humanos, a lo largo y a lo ancho del campo de operaciones. Ahí llegan: saharianos, subsaharianos, rusos, ucranianos, rumanos, sudamericanos... Una Babelia de la ultima diáspora con el polaco como lengua común y universal.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Alguien sabría decirnos si una grúa provista de su siniestro garfio de hierro es un artefacto de construcción en serie o un arma de destrucción masiva?
¿A dónde se asomará Pájaro bobo el día en el que ya no pueda asomarse a la ventana de su Búnker de pladur?
¿Hay acaso alguna ventana, ventanal o simple mirilla que dé a la eternidad?
¿Cuál será la lengua del futuro en ese futuro en el que los seres humanos se comuniquen sin hablar?

España: tres situaciones distintas y amargas con una única y amarga realidad

La situación existente en Vascongadas, donde aproximadamente la mitad de la población quiere seguir siendo española y la otra mitad no quiere, está presidida por el estado de terror impuesto por ETA mediante acciones que van de la extorsión y el chantaje al asesinato con la amenaza persistente como persistente espada de Damocles. Esa situación, materializada en un enfrentamiento radical bajo la ley del trabuco y los trabucaires, es a la vez producto y reflejo del carácter de los vascos. «O te vas o te mato». «Pues no me voy aunque me mates». Representación: dos bandos separados y enfrentados de acuerdo con un eje vertical.
La situación existente en Cataluña, donde la comunidad de lengua catalana, equivalente al cuarenta y cinco por ciento de la población, no sólo copa literalmente todas las instancias de representación y poder de acuerdo con el modelo colonial europeo y, más concretamente, en línea con la línea del apartheid sudafricano e israelí, sino que además somete a la comunidad de lengua y sentimiento españoles, equivalente al cincuenta y cinco por ciento de la población, a una opresión unas veces encubierta, otras declarada/descarada y siempre calculada, es a su vez producto y reflejo del carácter catalán. Así, después de arrebatar a los integrantes de la comunidad hispanohablante el derecho a utilizar su lengua en todas sus actividades públicas y en muchas privadas e imponerles el catalán como lengua única, lo niegan. Sí, lo niegan, siguen haciéndolo y siguen negándolo. Política de la puta i la Ramoneta. He ahí una imagen fiel del carácter catalán. Representación: dos capas político-sociales de desarrollo horizontal con una superficie democrática y un fondo sometido a un régimen de opresión.
La situación existente en el resto de España, donde no se dan esos problemas, es más bien de indiferencia, indiferencia que en este caso es trágica irresponsabilidad. Se diría que, como en el pasado, a los españoles no les preocupan los problemas de España, sólo aquellos que les afectan directamente. En eso no hemos cambiado. Ahí sigue reflejándose nuestro carácter y, en opinión de Pájaro bobo, ahí está la causa de la angustia que martiriza a los heterodoxos españoles. La diferencia está en que ahora hay tres Españas y es fácil ver que las tres están empeñadas fatalmente en destruirse. Representaciones: el país de Jauja, las Batuecas, el limbo y/o el cuadro de Goya Dos forasteros.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no es hora de arremeter contra todos nuestros fatalismos y acabar con tanta irracionalidad, con tanta perfidia, con tanta irresponsabilidad?

¿Estamos aún a tiempo?

Leo con angustia, congoja y rabia en el ABC de todas las mañanas
El PNV asume las aspiraciones de ETA en la negociación con el Gobierno
y se me nublan los ojos y, casi en el mismo instante, se me encabritan cabeza y pecho, la capacidad de pensar y razonar, la capacidad de percibir y sentir.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué mensaje deseamos/esperamos oír los españoles para que se proceda a la inhabilitación fulminante de Rodríguez Zapatero?
El mío dice
Españoles, la patria está en peligro; acudamos a defenderla

Viernes santo: sinécdoques del alma alienada

Para el topo del Retiro y el Golafre de las Pitiusas
Por regla general y particular, cuando un fenicio quiere algo de alguien no le dice abiertamente lo que quiere, todo lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere. Él tiene y retiene la idea apetecida en la cabeza, pero, como sabe y enseña Pájaro bobo, la va soltando lentamente, en fascículos y por estampas, de modo que su interlocutor, socio, víctima, pringao o simplemente panoli vaya tragando poco a poco o mucho a mucho y él pueda controlar la situación en todo momento y gobernarla, administrarla y dirigirla cómodamente desde una posición ventajosa. Ventajista nato, el fenicio supedita siempre la táctica, con sus amenazas y sus actos de sumisión, con sus promesas de lealtad y sus gestos de deslealtad, con sus plantes y sus desplantes, con sus incursiones y sus regresiones, a la estretegia. Principio básico: no hacer nunca declaraciones de principios, pero exigírselas siempre, y siempre por anticipado y por escrito (a ser posible blindaje incluido), a su interlocutor, socio, aliado, rival o enemigo. Para eso está la sinécdoque auxiliada, cuando procede y el caso lo requiere, por otros tropos de la lengua y por la semántica del discurso político.
Los trenes de cercanías son la sinécdoque de la Renfe y la Renfe es la sinécdoque de todas las vías de comunicación españolas, El Prat es la sinécdoque de los aeropuertos de Cataluña y de más allá del Ebro, el Partido Popular es la sinécdoque no sólo de los fascistas españoles sino incluso de todos los españoles, fascistas, no fascistas y antifascistas, Madrid, capital del Reino, es la sinécdoque de España, de toda España, de todas las Españas «que se hacen y se deshacen». Sensu contrario, la parroquia del Club de Fútbol Barcelona, con su presidente en la puerta, es la sinécdoque de todos los independentistas catalanes y los independentistas catalanes son la sinécdoque de todos los catalanes, de la misma manera que los catalanes son la sinécdoque de todos los habitantes de Cataluña, ciudadanos o no ciudadanos, y Cataluña es la sinécdoque de la Gran Cataluña o de los Países Catalanes. Gracias a la sinécdoque, todos los habitantes de Cataluña, nativos o no nativos, son independentistas, pues aquí sólo hay independentistas. A efectos de contabilidad democrática o, más exactamente, pseudodemocrática, los no independentistas no existen, toda vez que no tienen ni voz ni voto, y además son enemigos de Cataluña.
En definitiva, la sinécdoque es ante todo la base de un método de argumentación por oposición permanente de contrarios, sin síntesis posible pero con marcha adelante y marcha atrás, pues del mismo modo que, si conviene, se va avanzando sin parar, como hace, por ejemplo, el carallot Carod, si conviene, se da marcha atrás, como simulaba hacer pero nunca hizo en sus tiempos de honorable el ex honorable Pujol ben Gurión, y no sólo no queda ni rastro de lo que se ha dicho y se ha prometido/pactado sino que —oh prodigio de la sinécdoque— nada impide afirmar y demostrar, cuando la cosa se pone fea, que todo ha sido una sucia maniobra contra Cataluña y los catalanes montada por sus enemigos de siempre, como han afirmado y han demostrado una y mil veces, en el pasado y en el presente, sus políticos y los servidores de sus políticos.
Resumiendo: la sinécdoque permite modelar a voluntad hechos y realidades, incluso convertir conjuras, intrigas, aquelarres y fantasmadas en ataques a Cataluña. Y, si conviene, hacer desaparecer como por arte de magia fraudes y agresiones de cualquier índole y procedencia. Para eso está el nutrido y bien remunerado equipo de amanuenses que escribe y reescribe, prescribe y proscribe, inscribe y transcribe al dictado/servicio de la Generalidad.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es posible hacer comprender a un fenicio que tal vez, sólo tal vez, él podría ser, sólo podría ser, el causante por activa y por pasiva de sus agresiones, tanto de las que ejecuta como de las que sufre, tanto de las reales como de las imaginarias?

Nota
Con permiso del psicoanálisis y los psicoanalistas, Pájaro bobo diría que culpar a otro o a otros de todos los males de uno, a medida que van produciéndose, da derecho a hablar de patologías como complejo de inferioridad e incluso alienación. Dentro de esta línea quiere hacer constar como detalle significativo que en alemán el complejo de superioridad se llama «complejo de inferioridad sobrecompensado» y se escribe así: Überkompensierteminderwertigkeitsgefühl.

Alemania: analfabetos en el país de la Aufklärung

En el país de la Aufklärung (Ilustración) el número de analfabetos reales y funcionales supera hoy los cuatro millones. Lo dice el muy ilustrado y bien informado semanario Der Spiegel. También dice que en la cárcel berlinesa de Plötzensee, destinada a delincuentes jóvenes, más del ochenta por ciento de los internos no sabe ni leer ni escribir correctamente. Dice asimismo que en toda Alemania el número de analfabetos crece cada año, no sólo entre los inmigrantes y sus descendientes sino también entre los alemanes de lengua y familia. Estamos en la patria de Lutero, Goethe, Schiller, Kant, Hegel y Marx. ¿Sorprendente?
El mencionado semanario explica en pocas palabras, con ayuda de unos cuantos datos y otros tantos ejemplos reales, a qué se debe ese fenómeno, cómo tratan de vivir y sobrevivir las personas afectadas y qué medidas ha tomado la Administración pública para atajar el problema. En general, los analfabetos fueron niños o adolescentes que abandonaron la escuela antes de tiempo por causas que no siempre tenían que ver con una insuficiente capacidad para aprender. Se pusieron/los pusieron a trabajar y a producir. Y, desde el primer momento, procuraron ocultar su estigma. En el trabajo, en el supermercado, en la cervecería. Trucos, evasivas y evasiones. Por ejemplo, no contestar a solicitudes de empleo en las que hay que rellenar un formulario, aprender visualmente el «dibujo» de los nombres y los precios de los artículos que tienen que comprar en el supermerado, ponerse detrás de alguien en el restaurante o en el selfservice y limitarse a declamar ante la cajera, cuando les llega el turno: «Lo mismo, por favor». La verdad es que este es un recurso muy viejo y muy socorrido. Por diversos motivos y en diversas situaciones lo han venido utilizando personas de variada formación académica para ocultar un desconocimiento que se consideraba vergonzoso, impropio e innegablemente perjudicial.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuál es la situación de España en términos comparativos?
¿No sería bueno aprovechar la idea de esos pequeños diccionarios bilingües para turistas de fin de semana y hacer uno específico, sólo monolingüe, con letra e imagen para analfabetos funcionales?

Ecumenismo: rosquillas en lugar de hostias

A Pájaro bobo, perteneciente al colectivo del tuberculoso pobre durante la mayor parte de su vida, le enternece la actitud de esos cristianos que han decidido comulgar ahora con rosquillas en lugar de hostias. Evidentemente se trata de una falta de respeto, pero él entiende que el espíritu ecuménico está por encima de todas las formas y formalidades, incluida la formalidad histórico-ritual de la sagrada forma. En su opinión, la Iglesia oficial vuelve a equivocarse, y no tanto por decidir en contra y cortar por lo insano como por no seguir, al menos eso parece, la evolución de fenómenos sociales que surgen, toman cuerpo y se desarrollan en las capas bajas de la sociedad, allí donde la Iglesia oficial debería estar presente de manera activa y constructiva, no como jerarquía e instancia coercitiva. Si el cristianismo quiere ser católico (esto es, universal) parece que debe buscar al pueblo y convivir con él. No es lícito ejercer la autoridad para defender la letra en contra del espíritu.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué ahora las iglesias de esa región de España llamada Cataluña están en gran parte vacías?
¿Y si sus responsables probaran con rosquillas?

¿Aquelarre o Asamblea Constituyente?

Disuelto el aquelarre o conciliábulo convocado por la banda del carallot (botarate) Carod en la que bien podría haber sido una noche de Walpurgis memorable e incluso histórica, brujos, brujas, fantasmas y fantasmones han vuelto a sus despachos en la Generalidad. Según el programa elaborado por el Consejo Superior de la Brujería de los Países Cataláunicos (CSBPC), la próxima convocatoria será a la vez la última y la primera, pues —aquelarre o conciliábulo— tendrá nombre y categoría de Asamblea Constituyente. En ella, brujos, brujas, fantasmas y fantasmones recibirán el título honorífico de Padres de la Patria. Será una fantasmada para la historia.
De momento, repesentantes y valedores de los presuntos implicados se afanan en borrar huellas y rastros de la última y, lamentablemente, fallida acampada. Todo ha sido un invento diabólico y una intriga igualmente diabólica del centralismo chulesco de Madrid y los fascistas del PP para desacreditar a Cataluña y los catalanes.
Enric Juliana, el Topo del Retiro, dice incluso que unos y otros «hubieran podido [en lugar de habrían podido] idear un mejor ardid para desprestigiar a Cataluña». (Lección por vía urgente: «Si hubieran tenido un poco de imaginación, habrían podido idear un ardid...).
Pájaro bobo entiende que su fórmula es: nosotros maquinamos y perpetramos la trampa-traición y después os decimos cómo queremos que nos llaméis y cómo debéis llamarnos. ¿O es que acaso estáis dispuestos a aparecer a los ojos de los demócratas de todo el mundo como enemigos de Cataluña? Si no lo hacéis llamaremos a los árabes, y entre ellos y los vascones vamos a dejaros en calzoncillos. Fuera la Bética, fuera la Tarraconense, fuera Navarra y Euskalerría, fuera incluso la Galitzia de los celtas. Y, por supuesto, fuera las islas Baleares y las islas Pitiusas.
El Topo del Retiro da manotazos a izquierda y derecha. Habla incluso de Acció Catalana. La define como una «logia transversal», y, aunque a continuación dice que no existe, recomienda que se actúe como si existiera. Un auténtico planteamiento fenicio para letrados e iletrados, para mercaderes púnicos e indígenas indigentes e ilusos.
Josep Piqué mete cuchara y se lleva a la boca un bocado de los suyos: «Menos mal que estamos en España». Para un separatista ser y estar son verbos muy importantes en el ámbito de la semántica política de este país: no es lo mismo estar en España que ser (parte de) España. El impopular líder Popular practica el juego de las ambigüedades propio del enemigo y se lo apropia. En La Vanguardia nuestra de cada día, con anuncios por palabras de concubinas y puticlistas, de peones bolivianos y ecuatorianos, de mensajes y consignas de la Generalidad de los catalanes para los catalanes, un quídam de nombre Jordi recuerda que la Nebrera, fichaje bomba o petardo del tal Piqué, definió el oasis catalán como «charca ponzoñosa», sintagma que, a decir verdad, nos regala una metáfora no exenta de intención, extensión e intensión, de sentido y significado, de pregnancia, prestancia y pertinencia.
Ahí estamos, el oasis de la Fenicia de Poniente convertido en una «charca ponzoñosa» por obra de los enemigos de Cataluña.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es cierto que si Cataluña, perdón Catalunya, logra la independencia, la Generalidad modificará el ancho de las vías de ferrocarril catalanas para adecuarlo al ancho de los ferrocarriles europeos y, al mismo tiempo, impedir que los trenes provenientes de Madrid puedan entrar impunemente en territorio del Estat Català?
Nota
De ahora en adelante, ciertos aquelarres podrán llamarse también fantasmadas. Y, lógicamente, ciertas fantasmadas tendrán categoría de aquelarres.

En procura de la memoria ultrajada

Hoy, uno de abril de 2007, hace exactamente tres años y un día que quien escribe y suscribe publicó en la pagina 58 del diario ABC, bajo la rúbrica de Tribuna, un extenso artículo titulado Por una izquierda fuerte para una España unida, en el que abogaba por la unidad de España y los españoles. A pesar de denunciar en él lo que podía ocurrir en el futuro inmediato, y no debería ocurrir ni entonces ni nunca, su autor procuró adoptar una línea expositiva presidida por un pulso mesurado aunque no exento de la vibración propia de quien asume por una vez la tarea de mensajero en el tiempo. Y terminaba diciendo:

Mi deseo ferviente es que realidades como España y su unidad estén siempre por encima de todas las ideologías, empezando, cómo no, por la mía, y que el Partido Socialista sea realmente fiel a sus principios y esté a la altura de las circunstancias en estos momentos en los que, parafraseando unas conocidas palabras de Martin Heidegger, tengo que decir por enésima vez que a España «le va el ser en el ser».

Mañana reproduciré en esta misma página el texto completo del artículo publicado el día 2 de abril de 2004 en el diario ABC.
Mientras tanto, he aquí algunas preguntas ingenuas e intempestivas
¿A partir de qué distancia en el tiempo puede hablarse con propiedad de memoria histórica?
¿Forman parte de la memoria histórica las traiciones y los olvidos deliberados?
¿A qué memoria pertenecen los olvidos?
¿A qué historia pertenecen las traiciones?
¿Por qué no se pregunta y se consulta a los que sufrieron los hechos históricos antes de hablar de memoria histórica?
¿Y si la memoria histórica de los que sufrieron los hechos históricos no tuviera nada que ver con la memoria histórica de los que hablan de ella sin haberlos vivido?
¿Y si los que sufrieron los hechos históricos denunciaran por embaucadores a los que hablan/negocian con la memoria histórica?
¿Y si los que hablan de memoria histórica sufrieran algún día algo parecido a los hechos históricos que utilizan ahora de manera fraudulenta?
¿Y si la llamada memoria histórica fuera en realidad un ajuste de cuentas?
¿Y si la pretendida memoria histórica fuera sólo un ardid para evocar la República y evocar la República fuera sólo un ardid para reinstaurar la República?
¿Y si reinstaurar la República fuera sólo un ardid para acabar con la monarquía e imponer un Estado federal o confederal en el que no quedara de España ni el nombre?
¿Pueden decir, a estas alturas de la película, valedores, promotores y defensores de la memoria histórica que no saben que para algunos de sus compañeros de viaje al pasado la memoria histórica conduce directamente al Estat Català?
¿Cómo se atreven embaucadores y traidores a hablar en nombre mío de memoria histórica?

Rosa Regàs, la otra rosa

Rosa Regàs, directora de la Biblioteca Nacional (de España) se lamenta con todo derecho, y  a buen seguro con toda razón, de que la escupen cuando va por la calle. Evidentemente eso de escupir a una persona está muy mal, pero peor, infinitamente peor, está que españoles y españolas como Rosa Díez vivan en condiciones de muerte civil, tanto en Vascongadas como en Cataluña. a manos de separatistas como Rosa Regàs.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Es posible convencer a un separatista o una separatista de que la traición es un atentado contra la democracia en cuanto que vicia la convivencia leal y pacífica de las personas?
¿Sería capaz la Rosa catalana de decir algún día quién la envió a la capital del país vecino y con qué misión?
En realidad, no hace falta que conteste y lo diga. No es ningún secreto. Aun así, resulta muy difícil aceptar que el cinismo de ciertas personas llegue a esos niveles. Ella sabe que todos sabemos lo que ella sabe y todos sabemos que ella sabe que todos lo sabemos.

Heterodoxos españoles

A Rosa Díez y César Alonso de los Ríos
Pájaro bobo se tiene a todos los efectos por hijo natural y en consecuencia legítimo de un hijo natural de la generación del 98; con vena de Ángel Ganivet, español nórdico, y vibración de Miguel de Unamuno, vasco de Salmántica, Pájaro bobo pertenece a la familia de los heterodoxos españoles. Ellos quieren a España, pero España no los quiere. Siempre proscritos y marginados, a menudo son tenidos incluso por lumpen y escoria, cualquiera que sea el régimen político imperante/dominante en la piel de toro. Para la izquierda apóstata y claudicante, sojuzgada una vez más por las oligarquías burguesas y/o aburguesadas de la periferia, son fascistas; para la derecha más irreductible, aferrada ahora y siempre a un enfrentamiento irracional, destructivo, autodestructivo, antipatriótico y antinacional, son marxistas, pues esa derecha es incapaz de entender y percibir que hay un sentimiento de pertenencia, una lealtad que se sitúa más allá de todas las ideologías alienantes, de todos los interesados intereses de clase, y habla directamente al corazón del pueblo, únicamente a él. Frente al enfrentamiento de izquierdas y derechas, los heterodoxos claman: «España, siempre y sólo España». Pero, curiosamente, si ahora unos y otros les niegan un espacio digno en el seno de la sociedad, después, cuando estén muertos, les dedicarán un lugar de honor en la historia, la Historia de los heterodoxos españoles. Así fue en el pasado. Y, como en el pasado, los heterodoxos son ahora la conciencia crítica de una sociedad que, con la ayuda de los gobernantes, ha perdido su dignidad y, por eso mismo, está a punto de perder incluso su razón de ser como pueblo y como nación.
Rosa Díez es una española heterodoxa o, por decirlo con sus propias palabras, una «vasca diferente» y, claro está, una socialista diferente. Se ha propuesto vivir con la dignidad de una ciudadana libre en una sociedad libre, a pesar de las amenazas de los trabucaires de ETA, sus valedores y sus confidentes. El civil courage, el valor debería tener nombre de mujer, pues, al menos en este caso, es el que mejor le cuadra. Rosa, la heterodoxa española, la vasca diferente, sigue viva. No sé cuanto tiempo, lo que sí sé es que pasará a la historia como ejemplo de dignidad, de coraje civil. Que lo tengan en cuenta todos aquellos que poseen alma de esclavos o corazón de criminales.
César Alonso de los Ríos sigue colaborando, escondido y castigado, en un recóndito rincón del periódico de toda la vida en la vida de muchos españoles. Escribe cada vez menos y es fácil adivinar que está cada vez más triste, más decepcionado, más pesimista. Para un heterodoxo como Pájaro bobo no es ningún secreto qué puede sentir y qué siente un heterodoxo español con pulso y temple de guerrero en estas horas en las que triunfan la cobardía, la traición y el espíritu de derrota. Y si César escribe cada vez menos y su pluma permanece a veces inactiva es porque se lo han aconsejado/ordenado/impuesto con el argumento de que en estos momentos es mejor para todos, de que no es bueno que la pluma chorree tinta y esa tinta se mezcle y se confunda con la sangre que derraman los trabucaires de ETA. Pacto de silencio, silencio de corderos.
Mientras tanto, la banda del carallot (botarate) Carod sigue adelante con su aquelarre independentista/soberanista en la Fenicia de Poniente, a orillas del mar de la Sargantana. «Si los vascos abren brecha, nosotros nos colamos detrás» dicen que dijo, no hace mucho tiempo, Pujol ben Gurion. Y ahí está toda la caterva de burgueses, feligreses y payeses. No son muchos, pero llenan el escenario de su parlamento; es tanta la bronca, tanta la intriga, tanta la algarabía, que en verdad parece un pueblo e incluso una nación de verdad. Y el caso es que, como dice hoy La Vanguardia, órgano catalanoseparatista dirigido desde la retaguardia por representantes de las cien familias, «se empieza planteando un referéndum ilegal y la creación de un Estado y se acaba pidiendo el traspaso de los trenes de cercanías». Lo que comenzó como un aquelarre está a punto de terminar como una farsa. A muchos el espectáculo con su triste y esperpéntica escenificación les va a dejar una sensación, difícilmente superable, de vergüenza y ridículo: vergüenza por tanta perfidia y tanta falsedad; ridículo por tanta perfidia y tanta falsedad estériles y gratuitas.
Y, mientras tanto, los integrantes del lobby fenicio en la capital del Reino de España siguen trajinando activamente de cintura para arriba. Como de costumbre, el Golafre mayor de las Pitiusas encripta sus mensajes de politología para que no se entienda nada y de ese modo pasar con todos los honores por una eminencia de las ideas ocultas y la letra menuda. Firma Valentí Puig y cada vez que lo hace confirma su condición de intelectual de pluma alada y ala de alto vuelo; escribe en dos lenguas y, consecuentemente, come a dos carrillos. Su correligionario el Topo del Retiro cultiva con donaire y primor literario un género folclórico-costumbrista próximo a la zarzuela de los Madriles suburbiales, pero sólo a modo de engañifa o añagaza para marcar pecho y andorga de hombre jovial, pues luego, entre chanza y asechanza, segrega un veneno implacable, infalible, mortífero. Detalle interesante: como el Topo no está dispuesto a jugarse el tipo, antes de descargar veneno y metralla se cerciora de que la puerta que conduce a la salida de emergencia permanece abierta.
Pájaro bobo está convencido de que, si las cosas siguen así, el Golafre mayor de las Pitiusas no tardará en encargar sus tarjetas como director de un tabloide, el único que queda en la ciudad del Manzanares, mientras que el Topo del Retiro, con el nombre de Enric Juliana, pedirá su acreditación como corresponsal de La Vanguardia de Catalunya en la capital de este su país vecino.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿en qué idioma o idiomas estarán redactadas las tarjetas de visita del Golafre de las Pitiusas y la acreditación del Topo del Retiro?

El tiempo en este país

Hoy, jueves, Florenci Rey, del servicio meteorológico, aparece en la pantalla de televisión para informarnos del tiempo. Menciona hasta cuatro veces la palabra «país» y dos el término «territorio peninsular». No pronuncia ni una sola vez la palabra «España». Por lo visto, no hace ninguna falta.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿No es cierto que la destrucción de una nación empieza por la destrucción de su nombre?
¿Cuántas personas trabajan hoy en la destrucción de España?

Modalidades fenicias del juego del escondite

Una vez más, el Golafre mayor de la Pitiusas guarrea su página y amontona palabras para hablarnos, cómo no, del juego del escondite entre representantes y representados. Es lo suyo; como quien dice, su abc. Ahí, lejos de sus paisanos, está a salvo. Una de las tareas de los topos es cubrir y encubrir las traiciones de sus correligionarios. La tarea de este consiste ahora en entretener al personal, como, verbigracia, Francisco Umbral, pero sin spleen. Para eso le pagan, para eso le han concedido el subtítulo de politólogo-paleontólogo antidiluviano (a prueba de diluvios), para eso está ahí en la Villa y Corte de mi patria.
Es sabido que no es bueno mentar la cuerda en casa del ahorcado y mucho menos hablar de traiciones en la caverna de los traidores, palabra proscrita por prescripción del psicoanalista en tierra de fenicios. ¿Acaso hay peligro de que alguien se vuelva loco y empiece a decir lo que piensa?
Por ejemplo, el carallot (botarate) Carod, que sigue con el juego de las trampas-traiciones a dos bandas, a tres bandas, a cuatro bandas, a todas las bandas imaginables. En eso no le ganan ni Heribert Barrera, Pujol ben Gurión, Maragall, Piqué y Narcís Serra juntos. El carallot Carod quiere ser el primero en pisar la cinta de la meta. Ellos querían utilizarle a él, y ahora él los está utilizando a ellos, o casi. Veremos cómo termina el juego de las trampas y las traiciones. De momento, podemos decir que forma parte de la historia pasada, presente y futura del país.
Y de momento hay que reconocer que los fenicios de Poniente han conseguido su primer gran objetivo: mangonear la política de España y los españoles y, al mismo tiempo, impedir que los españoles metan las narices en la política de los catalanes. ¿Y el Estatuto? El Estatuto ni tocarlo.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuál será la proxima jugada-trampa del carallot Carod al frente del frente separatista catalán?
¿Qué medidas se han tomado por parte de España para controlar la situación que, a mal seguro, va a plantearse pronto con los separatismos en alza?
¿Dejarán los responsables del destino de España que los separatistas la destruyan o que vuelvan a esconderse en sus madrigueras en espera de otra y otra oportunidad?
¿Dónde está el límite de la dignidad y de la responsabilidad de España y los españoles?