Por qué no debe desaparecer el Partido de los Ciudadanos (I)
A Joan García, joven, sensato e inteligente
Destejiendo el capullo y/o pelando la cebolla
El problema en sí (das Problem an sich): crónica diacrónica sincrónica
Cataluña, línea divisoria y frontera
La guerra civil como referente ideológico, ahistórico
La astuta ignorancia de Rodríguez Zapatero o la sonrisa del raposo
Intelectuales: conciencia y autoconciencia; la personalidad como escoria y mariposeo
Vidal-Quadras, referente indestructible y kilómetro cero
La generación de la Constitución y la constitución de una generación
El Partido de los Ciudadanos: un partido para un problema y un problema para un partido
El separatismo: ¿problema insoluble? Ejemplos y sugerencias
El separatismo catalán: fraude semántico y fraude sociohistórico
Alma escindida, alma desdichada (en honor a Hegel)
El futuro como realidad virtual
Cómo curar la deslealtad
Revisión y prospección
Después de meditar largamente sobre el problema de España en los últimos meandros de su historia y consultar a su amigo Zara(tustra), visionario como él pero bastante más loco que él, Pájaro bobo, atormentado por frecuentes crisis de flujo hemático y fluido eléctrico, y precisamente por eso sabedor agradecido de que la luz no tardará en apagarse definitivamente, ha decidido elaborar algo parecido a un guión o copione para ir destejiendo el capullo o, si se prefiere, pelando la cebolla de nuestra vida colectiva con sus trifulcas, sus traiciones y sus estafas mientras tenga tiempo y voluntad. De momento, voluntad no le falta; por lo tanto, tiempo al tiempo.
Si vivir es necesariamente hacer, todo estudio es, también necesariamente, deshacer. Y quien dice deshacer dice asimismo destejer o pelar. Cambio obligado de perspectiva y, por eso mismo, estudio y conocimiento obligadamente deformados y deformes: se vive hacia adelante pero se estudia y se aprende hacia atrás, ¡por reflexión! Nevertheless, la historia es una vida hecha de infinitas vidas y, gracias al presente histórico, descrita como el hacer actual y real de un leviatán llamado Humanidad. No hay Humanidad sin historia y no hay historia sin Humanidad. Ahí estamos. Somos lo que fuimos y, de acuerdo con la misma ley, seremos lo que somos (naturalmente, a partir del momento en el que lo que somos pase a ser lo que fuimos). Siempre vagando, siempre divagando...
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es cierto que la lealtad se compra y la deslealtad se paga?
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