Miguel, Miguel
Cuando alguien de la familia de Pájaro bobo, algún amigo o algún conocido de la parentela tiene un problema con su ordenador, Miguel se lo arregla al momento, pero, por favor, que a nadie se le ocurra preguntarle qué ha hecho o cómo lo hace. No entenderá nada. Miguel es Miguel.
Hace muchos años, en Plasencia, Pájaro bobo tuvo un profesor de matemáticas —don Marcos— que solía decir: «Las cosas, viéndolas, es como se ven».
Dentro de unas semanas Miguel se va a Berlín. ¿Quién dijo: «Ich bin auch ein Berliner?»
Hasta ahora Pájaro bobo acostumbraba a decir que tenía tres hijos: dos españoles y uno alemán. Superinos y aconductats van en otra cuenta.
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