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La industria de Pájaro bobo

Última hora: la conjura de las minorías separatistas

Si quiere ser democrática y respresentativa, la mayoría debe hacer valer sus derechos y sus obligaciones

Hace ya bastantes años, los separatistas catalanes, a través de una minoría selecta e ilustrada constituida en Think tank, maquinaron un plan para apoderarse de los partidos políticos y a través de ellos de todas las instituciones de representación ciudadana de su Comunidad Autónoma. Así que consiguieron su objetivo, se dedicaron a exportar el modelo a otras regiones españolas, a la vez que intervenían activamente en el desmantelamiento del Estado, si es que no dirigían y protagonizaban los ataques contra sus organismos fundamentales y más representativos. Ahí están la Monarquía y el Tribunal Constitucional como ejemplo último y más clamoroso/doloroso de lo que decimos.
En opinión de Pájaro bobo, uno de los aspectos más sorprendentes y más aleccionadores del caso es que quienes así obraban y así obran, a pesar de que eran y son una ridícula minoría, han intentado en todo momento presentarse ante los españoles y ante el conjunto de la sociedad como demócratas y han exigido que se los trate y se los respete como tales.
En definitiva, su objetivo último, criminal y sacrílego, era y es acabar no sólo con el actual sistema democrático sino también, y esto es lo más grave e inadmisible, con España como nación. Pájaro bobo ha llamado a este maquiavélico plan la conjura de las minorías separatistas.
Pero son muchos los españoles que, al margen de partidos políticos e ideologías, entienden y sienten que las cosas no pueden seguir por ese camino. Ayer, en ABC, el periódico de todos los españoles, Valentí Puig, por cierto un separatista de tomo y lomo, hablaba de «Cortes constituyentes».• Por lo visto, es una de las variantes que se estudian y se comentan en «la plazuela donde se platican los grandes asuntos». Hay otras. Aunque varían en el procedimiento y los medios, las propuestas insisten en restablecer el Estado y devolverle todos sus atributos y todas sus competencias. La Constitución debe ser una instancia legitimadora del Estado, no autodeslegitimadora y, para colmo, legitimadora de entes subordinados, artificiales y creados artificialmente, que ahora, constituidos en oligarquías político-económicas, aspiran a erigirse en estados soberanos por su mediación. España como nación y Estado ni puede ni debe financiar su autodestrucción para después quedar reducida a la condición de mera y mísera escoria residual.
Los partidos políticos nacionales tienen el derecho inalienable y la obligación ineludible de hacer valer, por encima de sus derechos, los derechos del conjunto de los españoles como sociedad democrática y de imponer un marco constitucional y un sistema de gobierno que garanticen la vigencia permanente de esos valores en cuanto valores esencialmente democráticos y esenciales para una democracia real. Lo que tenemos ahora es una farsa infame y vergonzosa. Minorías destructivas y desintegradoras imponen su voluntad a las mayorías nacionales faltas de sentimiento patriótico, sentido de Estado y conciencia de la gravedad de la situación.
En estas circunstancias, Pájaro bobo propone como solución y medida de emergencia la consolidación leal y democrática de un partido de izquierdas dirigido por Rosa Díez y un partido de derechas dirigido por Vidal-Quadras, curiosamente una vasca y un catalán, para acabar con esa pesadilla inadmisible e insoportable que es la conjura separatista.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cabe la posibilidad de que, mediante una conjura, una minoría acabe no sólo con un régimen democrático sino incluso con toda una nación?

• Valentí Puig. Politólogo especializado en lenguajes incriptados. Miembro del establishment institucionalizado con el nombre del Rovell de l'ou, V.P. es además agente del Sanedrín catalán en la Villa y Corte de este su país vecino. En esta página se le conoce y reconoce como el «Golafre de las Pitiusas».

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