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La industria de Pájaro bobo

Ministerio de Indefensa: de Serra a Xacó

De acuerdo con la descripción futurista hecha por Prat de la Riba, padre del catalanismo político, el punto de partida es Catalunya, con España dentro de ella; el punto de llegada, una Catalunya dominadora y colonizadora de la península Ibérica y sus tribus. Tal vez, añade ahora Pájaro bobo, de la mano de Pujol ben Gurión y su hereu

Que se sepa, Narcis Serra fue el primer separatista que ocupó el Ministerio de Defensa español. Lo ocupó y lo convirtió, dentro de sus posibilidades, en el Ministerio de Indefensa. El hombre pertenecía y pertenece al Sanedrín catalán, órgano supremo del país de las cuatro barras en asuntos sociopolíticos de interés nacional, a pesar de que oficialmente tiene un carácter meramente asesor y consultivo. Presidido tradicionalmente —de acuerdo con el modelo bíblico— por dos prohombres o santones con rango de sumos sacerdotes e integrado por un total aproximado de cincuenta a setenta personalidades de probada solvencia moral y acendrada catalanidad pertenecientes por vía genealógica a las cien grandes familias de la burguesía barcelonesa y activos en los campos de la política, las finanzas, la intelectualidad y la religiosidad, el Sanedrín está muy por encima de la Generalidad, al menos para los catalanes, pues a él no tienen acceso ni charnegos ni prosélitos ni conversos, sólo sabras. Recordemos, en cualquier caso, que a los ojos de Prat de la Riba «la religión catalanista tiene por Dios la patria». A estas alturas del proyecto y ya en el siglo XXI, Pájaro bobo se pregunta si en el Sanedrín catalán hay o no hay mujeres y, al preguntárselo, piensa concretamente en personas y personalidades como Rosa Regàs y Marta Ferrusola.
Narcis Serra, que sigue en activo y triunfa en el mundo de la economía especulativa (bancos y afines), ha asesorado a la separatista Carme Xacó, aunque no como a él y a ella les gustaría, sabedores de que están bajo vigilancia militar pero también de que ni siquiera la pestañí puede controlar pestañeos y parpadeos. En cualquier caso, el subsodicho ha manifiestado algo que, precisamente por saberlo, Pájaro bobo ha acusado como punzada en el corazón: «La seguridad de España se debate a miles de kilómetros de sus fronteras». Estamos a las puertas del gran salto al vacío, a la desintegración. Carme Xaco, separatista descarada y, a todas luces, militarmente inepta, personifica, de momento, la última afrenta/traición infligida a España y a los españoles. Aún quedan más.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuál será la última vez que la separatista Xacó salude a la bandera de España y diga Viva España, ya sin falsa convicción ni voz impostada e impuesta?

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