Blogia
La industria de Pájaro bobo

Blacky como guía o psicopompo


Blacky —la criaturita, the little Thing, das süße Vieh— está enfermo. Como ya tiene catorce años, pensamos que es cosa de la edad. Vete, que es veterinaria y se llama Ester, lo cuida. También Margarita. También Ana. Todo mujeres. Sólo mujeres. Mujer madre y mujeres hijas. Mujeres. Pájaro bobo se limita a observar al paciente y a anotar sus síntomas. En esos síntomas están las etapas o, mejor aún, las estampas de la vejez y la decrepitud. Blacky, cada vez más mimoso y más cariñoso, le muestra qué hay que hacer y no hacer para vivir la muerte como tránsito. Blacky es su psicopompo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿ha habido algún cínico que pidiera que le enterraran junto a su perro?

0 comentarios