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La industria de Pájaro bobo

filosofías

Fútbol: el bloque contra las individualidades


El Geta es mucho Geta

Entre los grandes clubes de fútbol se ha impuesto, desde hace tiempo, una línea que, en opinión de Pájaro bobo, no resulta acertada ni en el deporte ni en los negocios ni en la política. Se trata sencillamente de buscar las (presuntamente) mejores individualidades y comprarlas al precio que sea, generalmente a precio de oro. De ese modo, los responsables de los clubes millonarios colocan sobre el césped once destacadas individualidades, pero eso no quiere decir que tengan un gran equipo y, mucho menos, un equipo excepcional. De hecho, los once mejores jugadores del mundo no dan el mejor equipo del mundo. El equipo es siempre fruto de un trabajo coordinado. Y, curiosamente, a las grandes individualidades les suele costar integrarse en un equipo de trabajo. Muchas veces, un conjunto más modesto pero mejor organizado y, sobre todo, más compensado y equilibrado da más juego que un teórico dream team, algo en lo que, dicho sea de paso, Pájaro bobo nunca creyó. Él es partidario del trabajo en equipo, del bloque, tanto en el fúbol como en los negocios y en la política. Para él, el Getafe, equipo a la vez modesto y simpático, hace en muchas ocasiones mejor fútbol que el Madrid o el Barcelona.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿saben los aficionados al fútbol que en los equipos modestos es, generalmente, donde mejor se ve la mano del entrenador?

Una opinión sobre las opiniones

A Zaratustra, el loco, ahora huésped de las Batuecas, que se empeñaba en filosofar a golpe de martillo

En opinión de Pájaro bobo, a una opinión se debe contestar, a ser posible, con una opinión. Si se contesta a una opinión con una afirmación se rompe la doble lógica del diálogo: la lógica del pensamiento y la lógica de la palabra. Norma básica: opinión con opinión; afirmación con afirmación.
En opinión de Pájaro bobo, las opiniones en cuanto tales no se pueden rebatir. Sólo se pueden rebatir afirmaciones formuladas como afirmaciones. Respecto de una opinión únicamente se puede asentir o disentir. En ese sentido decimos, por ejemplo: «Comparto o no comparto tu opinión».
En opinión de Pájaro bobo, de una opinión se puede decir que es correcta o incorrecta, acertada o no acertada, pero no que es verdadera o falsa.
En opinión de Pájaro bobo, una opinión incorrecta es en sí misma una verdadera opinión e incluso una opinión verdadera, en cuanto que expresa lo que piensa, siente o ve el que la formula, independienemente de que su contenido coincida o no coincida con la realidad objetiva. El que opina dice lo que ve y cómo lo ve; no lo que es la realidad. En definitiva, el que opina se sitúa en el plano de las percepciones, no en el plano de las realidades. Cosas como das Ding an sich (la cosa en sí) le son ajenas. En opinión de Pájaro bobo, manifestar lo que se piensa o lo que se sabe en forma de opinión responde a un enfoque epistemológico netamente subjetivo y a una actitud esencialmente democrática.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuándo aprenderemos los españoles a formular opiniones y a dejar las afirmaciones y las declaraciones categóricas a la ley y sus representantes?

La ley de Ibero

En el ámbito de la probabilidad lógica

Esta ley sostiene:
Cuando un proyecto ha sido planteado correctamente, formulado correctamente y ejecutado correctamente, el resultado a obtener/obtenido tiende a ser mejor de lo previsto inicialmente por quien lo planteó, lo formuló y lo ejecutó. Un resultado mejor de lo previsto inicialmente da derecho a pensar que el planteamiento, la formulación y la ejecución del proyecto han sido mejores de lo previsto inicialmente. Por lo demás, un resultado mejor de lo previsto inicialmente tiende a mantenerse indefinidamente en una proporción variable, siempre positiva, si se repite rigurosamente el proceso en su planteamiento, su formulación y su ejecución.

Principio de subjetividad


El principio de subjetividad me dice que lo que sé, independientemente de que responda o no responda a una realidad común y compartida, es necesariamente una opinión.

Regalo de año nuevo: afirmaciones y opiniones


Si, cuando uno habla o escribe, formula afirmaciones, sean propias o ajenas, se mueve en un plano. Si, cuando uno habla o escribe, expresa opiniones, sean propias o ajenas, se mueve en otro plano. Las afirmaciones se corresponden con afirmaciones; las opiniones se corresponden con opiniones. Las afirmaciones no se corresponden con opiniones; las opiniones no se corresponden con afirmaciones. Las afirmaciones se aceptan o se rechazan. Las opiniones ni se aceptan ni se rechazan necesariamente; a lo sumo, se asiente o no se asiente con ellas. Una opinión sólo es opinión cuando se formula expresamente como opinión; una afirmación es afirmación cuando lo es y también cuando no se hace constar expresamente que es una opinión. La afirmación pertenece al plano óntico; la opinión pertenece al plano epistemológico. Dios afirma; el ser humano opina. Dios no puede opinar; en opinión de Pájaro bobo, el ser humano no puede afirmar. En cualquier caso, no está en condiciones de hacerlo.

De la sociedad de la precariedad

A los ojos de Pájaro bobo, la precariedad es un atributo de lo contingente

Alguien poseedor de una perspectiva suficientemente amplia en términos de tiempo y espacio acaso podría demostrar que en el tercer y último tercio del siglo XX el capitalismo, entendido aquí y ahora como modo de vida de la humanidad, entró en una nueva fase, una fase caracterizada por la precariedad. En cualquier caso, ahí estamos. Ahora, tan lícito parece afirmar que la sociedad de la precariedad es fruto desdichado de la economía de la precariedad como que la economía de la precariedad es fruto propio y necesario de la sociedad de la precariedad. Tal para cual. Y ahí seguimos. Pájaro bobo considera que, siendo la precariedad una característica necesaria de lo contingente y siendo la existencia del ser un humano necesariamente contingente, la situación actual, presidida por la precariedad, posiblemente sea, al menos desde esa perspectiva, más humana que otras etapas de su historia por dos razones: porque es efectivamente precaria y porque el ser humano es consciente de esa precariedad.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿hasta qué punto es el ser humano en verdad consciente de su precariedad?

Mentir diciendo lo que se piensa (no cumplir)


Más allá del catecismo

Si prescindimos por un momento del catecismo de nuestra infancia y partimos de la base de que mentir es decir algo con intención de engañar, comprenderemos que se puede mentir incluso diciendo lo que se piensa. Eso es lo que ocurre cuando alguien dice algo que, aun teniéndolo por cierto, quiere utilizar consciente y deliberadamente con intención dolosa. Tal es el caso, verbigracia, de nuestros autodenominados nacionalistas periféricos cuando negocian sus transferencias (léase: entregas a plazos) con lo que ellos llaman el Gobierno de Madrid. Tal es asimismo el caso de nuestro jefe de Gobierno, Rodríguez Zapatero, cuando se encuentra en un apuro, de la índole que sea, y decide zafarse de él y ganar tiempo. Ahora, este prójimo ha asumido íntegramente la responsabilidad de lo ocurrido en Barcelona con las obras del AVE, pero sólo de palabra, a modo de promesa del tipo: «Nosotros nos cuidaremos de todo». Y ya hemos visto en qué han ido quedando, una tras otra, todas promesas de nuestro prometedor jefe de Gobierno.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirá engañar una vez más Rodríguez Zapatero a los separatistas catalanes con promesas que, en honor a la verdad, pìensa no cumplir?

George Steiner, escéptico; Pájaro bobo, providencialista


El universo es idea de Dios: ¿una idea o la Idea?


George Steiner, humanista escéptico, escéptico blando, se mueve permanentemente entre la literatura, forma, y el pensamiento, idea de la forma. Días pasados estuvo en Barcelona, donde, más que hablar, pensó en voz alta para formular algunas de sus inquietudes. Steiner se hace preguntas y no las contesta: ¿porque no quiere, porque no se atreve, porque no sabe? De ahí Pájaro bobo estaría dispuesto a extraer una aceptable definición del homo scepticus. En cualquier caso, ¿es escéptico George Steiner porque no encuentra respuestas a sus preguntas o no encuentra respuestas a sus preguntas porque es escéptico?
Pájaro bobo vive y sobrevive, aunque sea sólo como fantasma, en otro territorio; él se tiene por un providencialista irreductible. Todo está grabado en la nada. La nada es el continente; el universo, todos los universos, el contenido. La nada da forma al contenido; el contenido da forma a la nada. Todo es limitado y, por lo tanto, todo está delimitado.Y no hace falta que algo exista, que haya existido o que vaya a existir; basta con que sea, haya sido o vaya a ser una idea de Dios. Gracias a su visión, ni racional ni irracional (él dice que lo suyo es pura intuición), Pájaro bobo no tiene problemas para explicar/explicarse cosas como el mysterium iniquitatis o el libre albedrío de los seres racionales. Sencillamente, todo ello y, claro está, lo demás pertenece al ámbito de lo contingente, ese agujero negro en el que no sabemos cómo y cúando fuimos a parar y del que no sabemos cómo y cuándo saldremos. Pero saldremos, pues,
pregunta ingenua e intempestiva, ¿acaso puede ser eterno lo contingente?

A la izquierda pensante


España como realidad humana

En opinión de Pájaro bobo, la manera más real y racional de entender España es la que la entiende estrictamene como el conjunto de todos los españoles. Ahí sí que se cumple la fórmula de Hegel «lo real es racional, lo racional es real» que ha llevado de cabeza a tantos filósofos, empezando por Marx.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿existe hoy en España una izquierda pensante?

Muerte civil e inmortalidad

Situada entre la vida plena y la muerte definitiva, la muerte civil puede servir como etapa de ejercicio y preparación
Los separatistas catalanes lo condenaron a muerte civil y, sin saberlo ni pretenderlo, le facilitaron el acceso/ascenso a la inmortalidad. Ahora, con conciencia plena de su inmortalidad, Pájaro bobo les está agradecido.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo puede mostrar Pájaro bobo su agradecimiento a los separatistas catalanes cuando, en la mayoría de los casos, ni siquiera los conoce?

Enigmas del eterno retorno

Noche de locos

Pájaro bobo dice que se lo soltó a voz en grito Zaratustra una noche que pasaron juntos en vigilia, hace ya algunos años, en el Harz, cuando el macizo montañoso aún constituía el corazón de la Teutonia más sólida y más profunda.
De pronto, Zara, el más loco y también el más clarividente de los dos, se puso en pie, se elevó en el aire y declamó mirando a la estrella en la que decía residir y residía:
«No es fácil vivir a perpetuidad íntegra y exclusivamente cabeza adentro o, al menos, de cintura para arriba y renunciar a lo que uno debe renunciar para no renunciar a lo que uno quiere no renunciar. En otras palabras: no es fácil renunciar total o parcialmente a la animalidad en cuanto que esa animalidad es la acémila de nuestra no animalidad. Sí, el cuerpo es acémila o animal de carga y descarga de nuestra mente y nuestro espíritu. Lo han dicho insistentemente, con resignada convicción, los santos más pecadores y más santos».
Acto seguido se volvió a su comensal, discípulo y oyente y, tras un súbito cambio de voz y entonación, le confió a modo de secreto y profecía: «Llegará un día en el que el Ser superser ideado, concebido y alumbrado por el ser humano será capaz de imaginar (einbilden, sich einbilden) y modelar (gestalten) con su mente fractales y clones virtuales-reales (mummies-dummies) y así ver y comprobar, además del que es en su vida actual, el que fue en sus vidas anteriores y el que será en sus vidas posteriores. Sí, llegará un día en el que Zaratustra podrá contemplar a un mismo tiempo y en el orden correcto todos los Zaratustra que ha sido, el Zaratustra que es y todos los Zaratustra que será, en el bien entendido que el ser, todo ser, por ser el que es y ser necesariamente único y siempre y sólo el mismo, ni tiene ni puede tener plural. Sólo la vida es plural, necesariamente plural, siempre y sólo plural. En realidad, toda vida está hecha de incontables vidas, mientras que el ser, en cuanto tal, permanece idéntico en sí mismo y a sí mismo. Ahí radica tanto la singularidad del ser como la pluralidad de sus vidas».
Cuando Zaratustra terminó de formular su doctrina y hasta entonces secreta profecía, Pájaro bobo le pidió respetuosamente la palabra para preguntarle: «Dime, meritísimo maestro, nunca emérito, de este atormentado, insumiso y leal demente, ¿es cierto que la nada constituye el punto de partida y el punto de llegada de cada uno de los ciclos que conforman el curso-recurso del eterno retorno y es igualmente cierto que la nada es ese agujero negro —a decir verdad, el único agujero negro posible y existente— en el que no se puede entrar y del que no se puede salir con los medios de la mente humana?»
Se hizo silencio y Zaratustra no contestó. Aún hoy, Pájaro bobo está convencido de que el maestro sigue dando vueltas en su cabeza a tan insondable enigma, incapaz de hallarle respuesta o salida.

Una opinión

¿Es correcto afirmar que, en el ámbito del razonamiento humano y la convivencia humana, sólo la opinión expresada como opinión es racional y democrática?

Mensaje de Berlín

Desde Berlín, Miguel me envía un artículo en inglés con la recomendación de que lo lea y lo estudie. Tema: por qué existe el universo, precisamente éste, y no la nada. Prometo leerlo, comentarlo con él y exponer aquí mis conclusiones. Mientras tanto seguiré creyendo en la existencia de un Dios providencial que decidió salir de sí mismo por la escotilla de la contingencia, el universo/dimensión que habitamos. ¿Por qué? ¿Para qué?

Realidad presente: terminus a quo, terminus ad quem

La realidad presente, entendida como momento de un proceso espacio-temporal, puede contemplarse como reflejo y retrato de un pasado (terminus a quo) que terminará tan pronto como se produzca un salto cualitativo y surja un nuevo momento y una nueva realidad. También puede contemplarse como hito y punto de partida de un proceso que mira al horizonte y tiene su meta (inmediata o mediata) en el futuro (terminus ad quem) percibido como irrealidad deseada o como deseo realizable. Ejemplos.
Cuando vemos unos cuantos niños que hurgan y rebuscan en un estercolero público, podemos remitirnos a sus hogares, sus familias, sus barrios; en una palabra, a su vida individual, familiar y social. La escena es, por sinécdoque, un retrato de esa realidad, una realidad asentada en un pasado que se mantendrá mientras persistan las mismas condiciones y, consecuentemente, mientras los niños sigan hurgando y rebuscando en el estercolero. El pasado penetra y se adentra en el futuro.
También podemos ver a esos niños como exponente de una situación injusta llamada a desaparecer por el bien de todos, no sólo de ellos (términus ad quem). El futuro empieza tan pronto como, dada una situación injusta, alguien cobra conciencia de su carácter irracional e indeseable. El futuro empezó, empieza y empezará siempre con una toma de conciencia que abomina de un pasado irracional e injusto (terminus a quo) y pugna por un futuro que todos podemos y debemos imaginar no sólo cada vez menos irracional y cada vez menos injusto sino incluso absolutamente racional y absolutamente justo (terminus ad quem).
Pájaro bobo ve un futuro en el que, para empezar, no hay estercoleros y, sobre todo, niños hurgando y rebuscando en ellos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es consciente el ser humano de ese proceso, del que es a la vez sujeto y objeto?

Transición = transacción

Milton Friedman enseña: «El negocio del negocio es negocio». Y Pájaro bobo aprende: «La transacción de la transición es transacción, no transición».

El secreto de la vida

Pájaro bobo opina, al menos en algunas ocasiones, que el secreto de la vida está en el dolor, pero ¿dónde está el secreto del universo? Según él, el dolor, no la razón, tampoco la fe, es el que da sentido a nuestra existencia. Él cree que sin dolor nada tendría sentido, y no habría felicidad, ni podría existir. Primero hay una realidad imperfecta, de esa realidad imperfecta emana la injusticia, de esa realidad injusta emana una realidad dolorosa. Una realidad dolorosa es necesariamente una realidad contingente. Para el ser humano es inconcebible un dolor eterno, un dolor absoluto, un dolor sin fin, un dolor sin límites, ¿pero cómo y por qué se inició el dolor? Yo existo, luego sufro. Yo sufro, luego existo.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Puede darse una realidad contingente perfecta?
¿Puede darse un ser contingente perfecto?
¿Puede darse un ser contingente que no cause dolor a otros y a sí mismo?

Gianni Vattimo, pensamiento débil y transcendencia

Pájaro bobo entiende que Gianni Vattimo es más hijo que padre de un pensamiento débil. El pensamiento débil es a su vez hijo de la contingencia o, más bien, de la zozobra que genera lo contingente en todo ser apresado en la red de la contingencia. Según el pensamiento débil de este débil pensador, esa es nuestra realidad, nuestra única realidad. Y esa es la realidad en la que debemos vivir y la realidad que, en la medida de nuestras posibilidades, debemos respetar y salvar. En definitiva, tanto nuestras vidas como nuestros destinos están en manos de la contingencia.
No obstante, Pájaro bobo entiende que debilidad, zozobra y angustia o menefreguismo son estados de ánimo; caraterísticas del cristal o del ojo, no de la realidad. Gianni Vattimo cree en la existencia de una Voluntad superior. ¿Dónde la sitúa? ¿En el ámbito de nuestras limitaciones, que posiblemente son, con variantes, las limitaciones de todos los seres creados, o fuera de nuestras limitaciones y, en definitiva, fuera de las limitaciones de todos los seres creados? Si existe algo, no puede ser todo y sólo contingente. Para que exista lo contingente debe haber algo que no sea contingente. ¿O no? Eso es, al menos, lo que le dice a Pájaro bobo su cabeza.
Él entiende que el ser humano (junto con otros seres, acaso con todos los seres) sigue un camino que empieza en la animalidad con toda su ignorancia o falta de autoconsciencia, continúa a través de una consciencia-autoconsciencia alumbrada por el miedo y sigue adelante por la vía de la superstición y la religión; aquí se demora y luego da un salto hasta la espiritualidad, en la que la religión se libera de sus componentes alienantes y ayuda al ser humano a ver y controlar su alienación (lo que en cierto modo equivale a liberarse de ella) y acceder a la transcendencia. Diversas formas y diversos grados de espiritualidad se corresponden con diversas formas y diversos grados de transcendencia.
El pensamiento débil, con todos los relativismos, queda atrás, en el ámbito de la zozobra, la incertidumbre y la angustia, que es el ámbito de la consciencia de nuestra precariedad.
Pregunta ingenua e intempestiva: Si todo fuera contingente, ¿cómo podría imaginar el ser humano algo o alguien que no es contingente?

La bitácora de Esquerra Republicana

Los separatistas catalanes siguen adelante con su programa de trabajo a destajo y de destrucción por derribo para una posterior reconstrucción de la parcela a su medida y bajo su dirección exclusiva, programa integral de los fenicios para los fenicios. Pájaro bobo lee con ojos de pasmao (ABC, lunes, 26 de marzo) que

«ERC ofrece a CIU la Generalitat a cambio de un referéndum de independencia»

noticia y titular que se repite, prácticamente con las mismas palabras, en la portada de La Vanguardia, cartelera y escaparate de todas las traiciones de cierto calado para abajo que se maquinan, se perpetran y se consuman en tierra de fenicios y en su enclave/avanzadilla matritense.
A través de la misma fuente, una fuente abisal con dos evacuadores de superficie, el subsodicho se entera de que Ibarretxe confirma que hay reuniones para otro proceso. No se dice que sea un proceso de paz a la usanza sucialista, pero se entiende y se sobreentiende. El proyecto sigue adelante con el timing programado. Sin quebrantos ni sobresaltos. Con acelerón tras acelerón. Quemando etapas a toda máquina.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿dónde están los crispadados por las crispaciones de los crispadores?

¿Inducción o deducción? No, arquitectura

Pájaro bobo considera que, efectivamente, hay dos modos de razonar. Uno es la inducción-deducción y otro es la deducción-inducción. Pero entiende que inducción y deducción son partes de un razonamiento, no sendos razonamientos. Juntas, induccción y deducción son complementarias en el plano operativo e intercambiables en el plano metodológico. ¿Por qué? Pues porque, siempre en opinión de Pájaro bobo, el razonamiento humano es un recorrido discursivo de ida y vuelta. Se induce y se deduce o se deduce y se induce.
A guisa de ejemplo, prueba, demostración y comprobación podemos decir que tradicionalmente los edificios han venido construyéndose siempre y sólo de abajo arriba. Se empezaba por los cimientos y se terminaba por el tejado. Una capa, dos capas, tres capas, todas las que hacían falta. Sin embargo, gracias a los adelantos técnicos, desde hace bastante tiempo los edificios pueden construirse, y de hecho se construyen, de acuerdo con un método/recorrido de ida y vuelta. Se empieza por los cimientos y, cuando se ha construido el tejado, se sigue desde allí hacia abajo con la ejecución de la última o las últimas capas de la construcción, hasta llegar a los cimientos. En este caso, se empieza abajo y se termina abajo.
La construcción arquitectónica, al igual que el conocimiento y el razonamiento del ser humano en cuanto recorrido discursivo, es de hecho un bucle, no el resultado de una yuxtaposición de capas o elementos conceptualmente distintos, segmentados y dispuestos o superpuestos de acuerdo con un plano vertical u horizontal.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Hay conocimiento/razonamiento humano sin recorrido discursivo de ida y vuelta?
¿Por qué en todas sus construcciones, sí en todas, el ser humano busca la simetría?
¿No será el eterno retorno (die ewige Wiederkehr) gozne (Angel) de una concepción cíclica y simétrica de un universo siempre igual en sí mismo y a sí mismo?
Aviso
Te espero aquí, a la misma hora, dentro de un millón de años, dos millones de años, tres millones de años, cuatro...

Valores universales, valores absolutos

A Jon Juaristi
Le/lo lee alelado como un lelo. Con admiración y complicidad. Para Pájaro bobo es uno de esos intelectuales, tan raros en España, que se mueven con dignidad entre la literatura, en cuanto letra y forma o accidente, y el pensamiento, en cuanto racionalidad y realidad (sólo lo racional es real).
Por esa y otras razones, Pájaro bobo se permite recordar ahora que los valores universales no son absolutamente universales y los valores absolutos no son universalmente absolutos. Al menos, en el ámbito humano; al menos, a su modo de ver y entender. De hecho, cada ser humano tiene o puede tener sus valores absolutos, mientras que los valores universales poseen un valor propio y diferente para cada ser humano. Aquí, lo universal no es absoluto y lo absoluto no es universal.
Los valores se inscriben por definición/convención en una estructura jerárquica de representación vertical, pero, curiosamente, podemos hacer bascular esa estructura jerárquica de representación vertical hasta acomodarla a un plano horizontal, de modo que lo jerárquico y jerarquizado se nos muestre como fenoménico y lo ético o moral aparezca como social y todo ello en conjunto como humano o antropológico. En ese supuesto, las manifestaciones de la cultura, por ejemplo, dejarán de aparecer a nuestros ojos y a nuestras mentes como creaciones superiores y/o sublimes del espíritu humano y quedarán estricta y exclusivamente como obras realizadas por integrantes/representantes de una sociedad o una civilización. Además, la medida nos permitirá incluir en el ámbito de la cultura manifestaciones que no responden en modo alguno a los criterios convencionales/tradicionales basados en la excelencia. En el caso de España, procesiones, corridas de toros, ciertas delebraciones populares, etcétera.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿No es cierto que, una vez emitido-recibido un mensaje abierto, lo que sale de cada cabeza es siempre y necesariamente diferente de lo que entró en todas ellas?
¿No es cierto que, una vez emitido-recibido un mensaje (abierto o cerrado), lo que sale de la cabeza es siempre y necesariamente diferente de lo que entró en ella?
(Ahí está la televisión con sus imágenes y, sobre todo, con sus mensajes para verlo, entenderlo y comprobarlo.)