Blogia
La industria de Pájaro bobo

actualidad

Cambio de dirección

A partir del día 7 de mayo inclusive, este blog continúa en http://www.pajarobobo.org. Por favor, actualice sus marcadores.

Felices Navidades y próspero año 2008

Pájaro bobo, miembro emérito del colectivo del Turberculoso pobre, desea de todo corazón felices Navidades y próspero año 2008 a todos los seres humanos, en especial a los más desvalidos y más necesitados.

El 12 de octubre de 2007 como interrogante


La táctica del desvalijador de cajas de caudales

Si en el momento de resolver un problema de cierta complejidad no tiene a mano un método más lícito y más elegante, Pájaro bobo adopta sistemáticamente la táctica del desvalijador de cajas de caudales. Él no la ha inventado, pero le ha puesto nombre. Hela aquí.
Así que se ha colocado en actitud receptiva, el presunto delincuente hace girar lenta y sigilosamente la ruedecita de la caja y va captando y registrando mentalmente cada uno de los mensajes que le llegan en forma de chasquidos, chasquiditos, bloqueos, desbloqueos, avances, retrocesos, puntos muertos, etcétera. Para él, todo ello son instrucciones que dirigen los movimientos de su mano y las oscilaciones de los sensores de su cabeza y que, una vez ordenadas de acuerdo con la secuencia o las secuencias correctas gracias al procedimiento de ensayo y error, le darán la solución y con un poco de suerte le permitirán acceder al tesoro. En realidad se trata de un método heurístico basado en la inferencia. Con él, Pájaro bobo, ora delincuente ora filósofo, ha conseguido abrir varias cajas de caudales y resolver algunos complejos problemas lógicos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué le dice a Pájaro bobo, viejo desvalijador de cajas de caudales y filósofo de vuelo rasante, el 12 de octubre de 2007?

¿Navajeo en la prensa madrileña?

Enric Juliana, conocido en este minifundio virtual, nacido del papel y la letra impresa, como el topo del parque del buen buen Retiro, hablaba días pasados en su croniquilla de y para La Vanguardia barcelonesa del navajeo casi obsesivo de la prensa madrileña. Un separatista de tomo y lomo como él, personificación de la falsedad y la perfidia púnicas, busca brega para segregar su baba y justificar su estancia en la capital. En honor a su empeño, Pájaro bobo le asciende ahora de rango y le nombra «Gran sabandija de las cloacas del municipio capitalino». De hecho, el aludido se pasa el día y la noche recorriendo las vías del clavegueram municipal en busca de inmundicia con la que componer sus croniquillas y dar de comer y leer a sus adictos. Es difícil saber si lo consigue siempre pero la verdad es que siempre lo intenta. Ahí, sobre el papel, está la huella de su persistente merodeo. Como el pobre trafica con veneno, hay que tener presente que, en su caso, no hay mensaje sin veneno ni veneno sin mensaje y, por lo tanto, sin destinatario.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿ha estado acaso el tal Juliana en las fiestas de nuestra capital o de alguna de sus barriadas?

Fidelización, blindaje, chantaje y culebrón

Fidelización. Palabra de moda y práctica habitual en las empresas de servicios new Age. En realidad se trata de atenazar al cliente de manera que no pueda escapar y quede vinculado a una determinada empresa, a ser posible de por vida. Para ello los expertos del ramo han desarrollado toda una panoplia de recursos legales, menos legales y abiertamete ilegales que en muchos casos ponen al cliente fidelizado en una situación de impotencia o indefensión jurídica. Es evidente que en ese sector hay lagunas legales que las empresas manipulan en beneficio propio. Ejemplos.
Pájaro bobo tiene dos tarjetas de crédito: tarjeta A y tarjeta B. Decidido a dar de baja la tarjeta A, escribe a la entidad bancaria que se la proporcionó. Respuesta: «Tiene que saldar usted la cuenta y notificarnos su decisión mediante carta certificada». Pájaro bobo cumple religiosamente el mandamiento y respira tranquilo. Pero sólo por algún tiempo. Al cabo de unos seis meses le llega un recibo-factura por importe de 26 euros por los conceptos de uso de la tarjeta y demora en el pago. Va al banco y allí le dicen entre risitas de complicidad: «No haga caso, lo hacen siempre para ver si cuela». Al mes siguiente le llega un nuevo recibo-factura con el importe incrementado en concepto de la nueva demora. Pájaro bobo es un moroso. En el banco vuelven a decirle que no haga caso. Él sigue su consejo, hasta que el recibo-factura rebasa los cien euros. Entonces escribe al Banco de España y se lo comunica a la entidad bancaria expendedora de la tarjeta. Ahora ésta sí da señales de vida. En una carta muy historiada la entidad le comunica que toma nota de la reclamación y la someterá a estudio, en el bien entendido que, si el cliente no recibe contestación del banco en el plazo de dos meses, queda facultado para emprender las acciones legales que considere pertinentes. Pájaro bobo no recibe notificación alguna ni en el plazo de dos meses ni en el plazo de dos años, y tampoco emprende acciones legales.
Cuando Pájaro bobo decide dar de baja la tarjeta B se dirige igualmente a la entidad bancaria que se la proporcionó. Respuesta: idéntica a la primera. Pájaro bobo paga y escribe. ¿Solucionado? No. A partir de un momento empiezan a llegarle recibos mensuales por importe de 25 euros, siempre 25 euros. «No haga usted caso, lo hacen habitualmente, ya se aburrirán». No obstante, Pájaro bobo llama por teléfono a la entidad bancaria que le entregó la tarjeta. «Efectivamente usted ha pagado y ha saldado la cuenta. Ahora le falta pagar la apertura del crédito». Pájaro bobo está a punto de montar en cólera. «¿De qué crédito me habla usted?». «Le repito a usted que le falta pagar la apertura del crédito». Pájaro bobo: «Si usted considera que le debo algo debe extenderme una factura haciendo constar el importe y el concepto, y hasta ahora todo lo que he recibido de ustedes son recibos-facturas por uso de la tarjeta y demora en el pago, siendo así que yo no tengo ninguna tarjeta de esa entidad desde hace meses. Escribiré al Banco de España exponiendo el caso». No fue necesario. También aquí la entidad bancaria dio la callada por respuesta, pero el hecho es que, finalmente, Pájaro bobo consiguió liberarse de sus tarjetas. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Moraleja: si no quieres figurar en la lista de morosos sin enterarte, ten cuidado con tus tarjetas.

Ley y democracia

Pájaro bobo considera que en el fondo todo es más fácil y, por lo tanto, también debería serlo en la realidad. Alguien acusa veladamente a alguien, y los dos se enzarzan en un enfrentamiento personal. Error. El primer alguien debería formular su denuncia de manera lícita y fundamentada. La vía de la insinuación no lo es. El segundo alguien, en lugar de contestarle a título personal: «No le consiento que se meta usted en mi vida privada», debería exigirle que formulara una acusación concreta y correcta en su contenido y en su forma. A partir de ahí, todo lo que el segundo alguien tiene que hacer es presentar una denuncia contra el primer alguien. Este primer alguien está fuera de la ley ya de entrada. El segundo alguien lo tiene muy fácil. Difamación, independientemente de la veracidad o no veracidad del contenido de  la difamación.
Pájaro bobo entiende que los españoles deberíamos aprender a colocar la ley en el centro de nuestros litigios y remitirnos siempre a ella. Para eso, acaso deberíamos empezar por aprender a hablar a título personal, exponiendo opiniones, no haciendo afirmaciones categóricas. Los juicios categóricos deben estar reservados a la ley y sus representantes (cuando la representan). En la práctica, las afirmaciones categóricas generan antagonismos, mientras que las opiniones, no; además, las opiniones, por su misma naturaleza, no se pueden rebatir. Cuando se expresan opiniones se asiente o se disiente. Los españoles, faltos de una formación democrática, ni hablamos ni nos comportamos democráticamente. Pájaro bobo opina que una actitud democrática es una actitud intelectual que abarca todas las manifestaciones sociales del ser humano. No se puede ser políticamente demócrata si no se es intelectualmente demócrata. Parece ser que los españoles aún no lo hemos aprendido.  El traje nos viene grande.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabemos los españoles que el espíritu democrático es una actitud intelectual ante la vida en sociedad?

El futuro está en la red

Pájaro bobo considera que hay unas ocasiones en las que el secreto del acierto y, por lo tanto, del éxito viene expresado por la fórmula inglesa «estar en el lugar justo en el momento justo», pero además de ésas hay otras ocasiones, y otras circunstancias, en las que el acierto y el éxito se basan en «tomar el camino justo en el momento justo». En el primer caso se trataría de una decisión instantanea; en el seguno, de una programación o un proyecto de futuro.
En las próximas elecciones, Pájaro bobo apuesta aquí, en Cataluña, a favor del partido de los Ciudadanos, pues están en la red, que es, a todas luces, el camino del futuro, un camino que lleva a la sociedad del conocimiento a través de una democracia más participativa y, por lo mismo, más representativa. Una vez más la juventud tiene la palabra.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirán los valedores del establishment político catalán cerrar el paso a la juventud en su camino hacia el futuro e impedir el triunfo democrático, sí, democrático, de los jóvenes Ciudadanos?
No parece probable, pero, aunque así fuera, Pájaro bobo seguiría pensando que el futuro está en la red.

De economía

En opinión de Pájaro bobo, cuando, como en Francia, gana la derecha gana el pragmatismo; y cuando, como en Francia, gana el pragmatismo gana la economía. En opinión de Pájaro bobo, cuando, como en España, gana la izquierda gana la ideología; y cuando, como en España, gana la ideología gana la demagogia. Economía o demagogia, ésa es, a su manera de ver y entender, la disyuntiva que nos acerca y nos separa. Y, por encima de todo ello, la conciencia nacional y el sentido de Estado. España será una nación cuando sus ciudadanos tengan conciencia nacional y cuando sus políticos tengan sentido de Estado.
Las unidades dinámicas se rigen por leyes económicas. En definitiva, pensar/actuar racionalmente es, a los ojos de Pájaro bobo, pensar/actuar en términos económicos. Discernir en cada momento cuál es el camino más corto, más directo, más económico: en eso consiste la inteligencia. Se lo enseñó, después de muchos años, su hijo Miguel, estudiante de Telecos en Berlín.
La falta de una visión realista de la realidad es lo que nos ha alejado durante siglos de la realidad. Y ahí seguimos.
A lo que parece, el Golafre de las Pitiusas no tiene esos problemas, pues sigue guarreando la quinta del diario ABC, en la que hoy, jueves, 10 de mayo, escribe: «Todo restaurante con buena bodega es una gloria nacional». Allá él con su andorga. Pero es evidente que el subsodicho está a las tajadas, a la copa y al puro. Para eso cobra. Y para eso escribe, si es que a lo suyo se le puede llamar escribir.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué puede decirse de alguien que como Valentí Puig describe toda situación, caótica o no caótica, de manera caótica?

El embajador de Cataluña en Madrid

En la página 18 de La Vanguardia de hoy, martes, 8 de mayo se dice: «El "embajador" del Govern en Madrid pone en duda la salud mental de Maragall y luego rectifica». A los ojos de Pájaro bobo, la noticia contiene dos bombas: una grande y otra pequeña, tan pequeña que bien podría pasar por petardo. La bomba grande, y muy grande, está contenida en el sintagma «El embajador del Govern en Madrid». Su gravedad y peligrosidad aumentan si tenemos en cuenta que la noticia figura en el órgano oficioso pero real del catalanismo burgués y conservador próximo a Pujol ben Gurión. El hecho de que La Vanguardia, ayer servilmente española y hoy servilmente antiespañola, escriba siempre al dictado de la clase dominante en cada momento nos permite aventurar que la palabrita "embajador" se la han insuflado a sus plumillas los señores de la Generalidad, dentro de un proyecto que todos conocemos, aunque algunos se empeñen en negarlo y otros en no verlo. Y eso cuando todavía está en suspenso la entrada en vigor del Estatuto. Como de costumbre, los fenicios han actuado por vía de los hechos consumados, aunque también es verdad que, como de costumbre, han dejado la puerta abierta: a la palabra embajador le han puesto comillas; por eso mismo, Pájaro bobo se las quita ahora.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hará el Gobierno de Zapatero cuando tenga conocimiento de la noticia?
En cualquier caso, eso es, ni más ni menos, la política de la puta i la Ramoneta.

Con ABC en el corazón

Pájaro bobo sigue con el diario ABC en el carazón gracias a César, que tiene temple de español, y eso siempre da confianza frente a traiciones, apaños y adecuaciones al momento. La verdad es que debería leer más a menudo su columna o, por peor decir, su rincón. Pero piensa en él y siente como él en lo que importa, en lo que está en juego. España, su unidad, su pasado, su futuro. En realidad, lo que le ocurre a Pájaro bobo es que se le encabrita la cabeza con suma facilidad, y ya se sabe que en los tiempos actuales no hay espacio para ni para las exaltaciones ni para el patriotismo, sólo para las sonrisitas y la política de la puta i la Ramoneta. Ésta sí que tiene futuro. Lo dijo, días pasados, Enric Juliana, el topo del parque del buen Retiro, que está en el ajo. Hay que barcelonizar Madrid. Y, por supuesto, catalanizar España. A ver si nos enteramos de una vez. Mentir o engañar sonriendo y conservando la compostura es un arte, ¿verdad, Enric? Un arte que requiere cabeza y estómago, estómago y cabeza. Pájaro bobo no llega a tanto. La verdad es que cuando era pequeño y aún no se llamaba Pájaro bobo, su madre, la señora Lucía, solía decir de él: «Parece mentira que tenga un hijo tan listo y tan burro». Y ahí se quedó el pobre. Miguel de Cervantes, a buen seguro bastante más pobre que él en pecunia y enseres, escribió de alguien, que muy probablemente era él mismo: «Tenía todos los talentos menos el talento de saber hacer uso de sus muchos talentos». En ese aspecto, Pájaro bobo ni se lamenta ni tiene motivos para lamentarse; ha resuelto su vida y la de su prole con dignidad, con burguesa dignidad. Gracias a Margarita; por lo tanto, gracias, Margarita.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hará Pájaro bobo el día en el que su César del alma deje de escribir en ABC, porque no le dejan escribir, y se apodere del diario a diario Valentí Puig, Golafre de las Pitiusas y agente siniestro del separatismo catalán más siniestro?

¿Cuántas embajadas y cuántos embajadores serán en total?

Le colocaron donde, a buen seguro, más daño podía hacer. Dar vueltas al mundo abriendo embajadas de Cataluña fue sin duda el sueño del Carallot (Botarate) durante muchos años. Y ahí está. Imagino que ésa es una de las tantas actividades ilegítimas y contrarias a la Constitución de 1978 que vienen practicando impunemente los separatistas catalanes. Lo más que les puede pasar es que les obliguen a cambiar el nombre, pero seguirán en la jugada. Como los de la ETA. Se llamarán delegaciones, no embajadas, pero guardarán el rótulo, los rótulos para más adelante: Ambaixada de Catalunya. Y los membretes, que ya están hechos.
Retazos de una conversación telefónica. «Jordi, seguro, vamos bien, estos panolis no se enteran». «Ahora lo que hay que hacer es avisar a los vascones para que tiren unos cuantos petardos y distraerlos». «La semana que viene te llamo y te digo algo». «Y a propósito, ¿cómo está lo del Estatuto?» «Mira, que digan lo que quieran, todo lo que hay que hacer es controlar al Tribunal ese, el Constitucional, o como se llame. Sí, la mitad más uno, comprar y vender, y eso ya está hecho; me lo ha asegurado Jordi, sí, el Ben Gurión, que de eso sabe un rato, Acuérdate de Banca Catalana, engañó a todos los jueces y se quedó con el dinero». «Una abraçada molt fort de tu amigo, que te quiere y te traiciona, Jaume Cullereta i Parasols».
Pregunta ingenua e intempestiva: si cada una de las diecisiete Autonomías abre diecisiete embajadas con sus correspondientes embajadores, ¿cuántas embajadas y cuántos embajadores en el extranjero tendrá España?
Nota
Recuerda que al número total de embajadas tendrás que añadir las de España y al número total de embajadores tendrás que añadir los españoles.

El carallot Carod no toca pelota pero viaja con dinero español

Verdugo sañudo y encarnizado del maestro Huguet, el carallot (botarate) Carod sigue viajando por cuenta del erario del Estado español, según leemos en la página 15 del diario ABC, en su edición de hoy, 26 de abril, donde se nos dice literalmente: «Carod gastó. 9.611 euros en visitar el COI e impulsar las selecciones» [catalanas]. Evidentemente, ni esa ni otras muchas andanzas del mencionado botarate, como, por ejemplo, su viaje a Perpiñán para pactar con ETA, son constitutivas de delito alguno. Y eso quiere decir que el subsodicho seguirá viajando con todo su séquito de consejeros, asesores y programadores a cuenta y a costa de los españoles. Triste, muy triste.
Pregunta ingenua e intempestiva: si nada de eso es delito, ¿no pensarán muchos españoles que aquí lo más rentable es hacerse separatista?

Dinero español para una Cataluña independiente

A estas alturas de nuestra derrota, entendida en la acepción que se quiera, puede y acaso debe decirse que España está financiando simultáneamente su destrucción y la formación de varias naciones-estado independientes. Una de ellas, a mi modo de ver la más peligrosa en atención a sus medios y a la actividad de sus avanzadillas, es Cataluña. Ya ahora, Cataluña cuenta con una Administración propia y blindada, sí, blindada, con dimensiones, presupuestos y competencias propias de una auténtica Admistración estatal. Tanto es así que desde hace tiempo se permite la libertad de malversar dinero español en programas como el destinado a eliminar nuestro idioma no sólo de todo el ámbito escolar y universitario sino también de la Generalidad y su vastísima zona de influencia. En eso llevan trabajando más de treinta años. Aun así, causa horror leer que la Generalidad de los Montillas y los carallots Carods se gastan cada año 1,2 millones de euros en promover las selecciones deportivas catalanas. Y hay que decir de una vez por todas que si es cierto, como dicen algunos, que Cataluña entrega a España más de lo que recibe, infinitamente más cierto es que aquí, en Cataluña, quienes realmente trabajan son los que han llegado de fuera, pues los catalanes de vena y mena son en su inmensa mayoría funcionarios de la Generalidad y sus infinitas ramificaciones. En esto la historia se repite, concretamente la historia del colonialismo europeo en los siglos XIX y XX. Unos, a trabajar; otros, a dirigir.
Tres preguntas ingenuas s e intempestivas
¿Sabe el Gobierno español en qué gasta la Generalidad el dinero que recibe de la Administración central?
¿Es o no es delictivo que una Comunidad Autónoma gaste parte del dinero que recibe de la Administración central en promover sus selecciones deportivas?
¿Y si las diecisiete Comunidades Autónomas decidieran hacer lo mismo?
Hay o no hay causa suficiente para llevar ante los tribunales a la Administración del Estado y a la Generalidad de Cataluña por este hecho, que, a mi modo de ver, constituye una clara y reiterada malversación de caudales públicos?

La música del maestro Huguet

El maestro Huguet, director del coro angelical de Walpurgis, compuso la partitura. Pero, para desgracia suya, esta vez no hubo aquelarre de fantasmas y fantasmones. El numerito se quedó en trampa, y él fue el primero y, de momento, el único en caer en ella. Invitar a la parroquia, ya instruida y adiestrada, a romper/tapar/arrancar todo letrero en español que encuentre a su paso es una jugada sin riesgo, porque nunca se podrá demostrar de dónde salió la orden y siempre se podrá rechazar ventajosamente toda imputación presentándola como una intriga madrileña. Pero invitar/incitar a la parroquia púnica a no pasar ni por la taquilla ni por la cruïlla/carrefour/distribuidor/hub aéreo de los Madriles mediante un aviso colocado en la portada del órgano oficioso de la Generalidad de los catalanes ya es más grave. Deja huella, huella e impronta. Esta vez no les ha dado tiempo ni para montar el numerito de la fobia española a todo lo cataláunico ni para pedir a los integrantes de todos sus lobbies fenicios, aquí llamados casals, que organicen caceroladas y cencerradas en lugares y horas fijados por la Generalidad. Así las cosas, el Topo del Retiro no se ha atrevido ni siquiera a insinuar que los enemigos de Cataluña podrían haber exhibido un poco más de imaginación. A los que queremos una Cataluña democrática y, a ser posible, leal y española nos llaman anticatalanes. ¿Qué menos?
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué puede/debe hacerse con una Administración autonómica que pretende movilizar deslealmente a sus ciudadanos contra la Administración del Estado?

¿Barcelonizar Madrid?

El topo del parque del buen Retiro, el Talp del parc del bon Recés, sigue con su labor, espiar e intrigar. En eso, y en destilar veneno, es todo un artista. Un artista, en definitiva, de la letra menuda y la puñalada envuelta en una sonrisa o en un halago, o en una sonrisa y un halago juntos y a la vez. Del mariposeo al floreo y del floreo a la traición. Para eso está ahí, en la capital de los carpetovetones. Ahora dice que habría que barcelonizar Madrid. Lo otro, lo que piensa, no se atreve a decirlo, de momento, pero lo sabemos todos. Ya lo soltará. Enric Jualiana, padre de la criatura, decía no hace mucho que las cosas había que hacerlas con inteligencia, y no hace falta preguntar qué es la inteligencia para un hijo de la perfidia púnica.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué recurre Enric Juliana, Talp del parc del bon Recés, miembro del lobby fenicio y corresponsal extranjero en los Madriles, a la sinécdoque eufemística «hay que barcelonizar Madrid» cuando lo que piensa, y tarde o temprano dirá, es que hay que catalanizar España?
¿No sería más correcto decir que hay que españolizar España, Cataluña incluida?

Dos nombres y una misma traición

Pájaro bobo piensa que la labor de Josep Piqué, el hombre de la picadura en la espalda en silencio y a oscuras, responde a los mismos fines que la labor de Valentí Puig, el Golafre de las Pitiusas, especialista en el guarreo periodístico.
De acuerdo con el encargo recibido de sus superiores, Piqué se propuso desnaturalizar el Partido Popular de Cataluña hasta convertirlo en un apéndice insignificante e irreconocible de esa Convergencia de burgueses hoy separatistas y ayer españoles y españolistas. A estas alturas de la película de nuestra democracia apenas puede negarse u ocultarse que las huestes del franquismo catalán se pasaron en su día, con bagaje y patrimonio, a la Convergencia pujoliana utilizando, en la mayoría de casos, los pasillos y los corredores de sacristías y conventos puestos a su disposición por la clerecía de la provincia Tarraconese. Ellos nombraron a sus obispos y en pago sus obispos los protegieron: a ellos y a sus familias con vidas y haciendas. Una vez más, como siempre. Nada nuevo en esta tierra de María Santísima, aquí llamada la Moreneta. Alguien, con una perspicacia política tan rara como sorprendente, dijo en los albores de la nueva etapa histórica que Convergencia era «la continuación sociológica del franquismo orgánico e institucionalizado». Y acertó de lleno en su dignóstico y en su predicción.
Mientras tanto, Valentí Puig, el Golafre de las Pitiusas, sigue guarreando las páginas de ABC, el periódico de todos los españoles, referente intelectual, político, patriótico, sí, patriótico, durante muchas décadas de españoles de todas las ideologías. Instalado en la quinta, desde donde controla la Tercera y con ella la cabeza y la cabecera, el mencionado Golafre, fenicio de vena, mena y novena, sigue trabajando por hacer de este periódico una hoja ilegible e inservible y, como tal, tan despreciada por los españoles como apreciada por los separatistas. De momento, ahí tenemos la separata Cataluña que los españoles del Principado ni ojeamos ni hojeamos, por la sencilla razón de que nos la sabemos de memoria, desde la columna inocua del inocuo Barbosa hasta las cuñas lacerantes y traidoras del catalanismo institucional.
Puede decirse que el de la picadura en la espalda ha conseguido su propósito, o casi. Pero parece que el tiro va a salirle por la culata, pues ahí están esos ciudadanos que han creado un partido joven y prometedor donde antes sólo había abstención, la abstención programada por los Pujoles, los Maragalles y los Montillas para mantener su dictadura con apariencia de democracia. Mientras tanto, el Golafre, dedicado a la productiva y creativa tarea de amontonar palabras, sigue adelante haciendo ver que no se entera de lo que ocurre alrededor de él, pues una de las consignas de todos los agentes fenicios es no responder a las provocaciones de exaltados y desequilibrados. Eso es lo último que un fenicio haría.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Y si el partido de los Ciudadanos se quedara con los votos del traidor Piqué y con los votos del traidor Montilla?
¿Conseguirá Valentí Puig, el Golafre de las Pitiusas, con sus conmilitones del lobby fenicio en la capital de España convertir ABC, el histórico periódico de todos los españoles, en retaguardia ilegible de La Vanguardia?

Más allá y más acá de la memoria histórica: ilegitimidad y responsabilidad

A estas alturas de la historia, con treinta años por medio, es fácil decir que el régimen de Franco era ilegítimo y, por lo tanto, que también lo era todo lo que hizo. Tres consideraciones intempestivas.
Primera. Los pueblos hacen a sus dictadores, no los dictadores a sus pueblos. Los alemanes en cuanto pueblo hicieron a Hitler y lo erigieron en su Führer, no al revés. Los alemanes en cuanto pueblo existían, existen y existirán, antes de Hitler, con Hitler y después de Hitler. De acuerdo con los documentos históricos, en los momentos triunfales del nacionalsocialismo el noventa y nueve por ciento de la población alemana lo apoyaba con fervor y entusiasmo.
Segunda. Aunque Franco se hizo con el poder por la fuerza de las armas, durante cuarenta años, hasta el día después de su muerte, contó con el apoyo no sólo tácito sino también expreso y en la mayoría de casos incluso ostentoso y entusiasta de españoles y no españoles. Ese sería el retrato real y fidedigno de lo que fuimos y de lo que somos, de lo que no fuimos y de lo que no somos. Como hijo de un obrero socialista y huérfano de guerra, debo decir que nunca vi que alguien se manifestara, ni siquiera veladamente, contrario al régimen de Franco. ¿Opresión o cobardía? Personalmente considero que los regímenes políticos, incluidas las llamadas dictaduras, se mantienen básicamente gracias a la cobardía y el espíritu servil de las personas. Que ahora Rodríguez Zapatero venga a erigirse en ejemplo de valentía y lealtad me parece no sólo un insulto sino incluso una provocación, dadas las cualidades que le adornan y desadornan como persona.
Tercera. Actualmente, en Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas, algo que los políticos catalanes/catalanistas se cuidan muy mucho de ocultar: una comunidad de lengua española que representa aproximadamente el cincuenta y cinco por ciento de la población, y una comunidad de lengua catalana que representa el cuarenta y cinco por ciento restante. A pesar de ese hecho objetivo y a pesar de que teóricamente España es un Estado de derecho con un régimen democrático, los representantes de la comunidad de lengua catalana --repetimos, el cuarenta y cinco por ciento de la población-- copan todas las instituciones de la Administración autonómica empezando por su Parlamento. En el Parlamento de Cataluña, la comunidad de lengua española, equivalente al cincuenta y cinco por ciento de la población, no tiene ni siquiera una representación, digamos, mínimamente simbólica, pues el hecho es que no tiene representación por la sencilla razón de que, a efectos prácticos, no existe. En consecuencia, las leyes aprobadas y promulgadas por el Parlamento de Cataluña no son ni democráticas ni legítimas ni representativas, toda vez que han sido elaboradas, promovidas y aprobadas por los representantes de la comunidad de lengua catalana no ya sin tener en cuenta los derechos de la comunidad de lengua española sino abiertamente en contra de ellos y de ésta. Deshacer esa situación en todo lo que tiene de ilegítima —sí, de ilegítima, fraudulenta, antidemocrática y dictatorial— es claramente responsabilidad de nuestro actual jefe de Gobierno. Yo estoy convencido de que el pueblo español y concretamente la comunidad de lengua y sentimientos españoles de Cataluña van a recordárselo y exigírselo. ¿Acaso preferirá tener que comparecer ante la magistratura para dar cuenta de su complicidad en este monstruoso fraude de ley que anula y desvirtúa tanto la Constitución de 1978 como el Estado de derecho? A mi modo de ver, ahí están la memoria histórica y la responsabilidad actual.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué pasará el día en el que el Tribunal Constiticional declare, y tiene que declararlo, que todas las leyes del Parlamento de Cataluña son ilegítimas?

Televisión: the political reality show

Pajaro bobo no vio íntegramente ni el programa de Zapatero ni el de Rajoy. Sólo un par de minutos de cada uno de ellos. En su opinión, este tipo de programas constituye un avance, al menos en el ámbito de la democracia escenificada y, por lo tanto, controlada. Algo es algo. Por lo que ha oído y lo que ha leído, Pájaro bobo ha llegado a la conclusión de que los comparecientes-concursantes estuvieron a la altura de lo que se esperaba de ellos. Uno mostró su sonrisa de Mona Lisa; otro, su cordialidad de hombre sin complejos. Pájaro bobo ha dicho muchas veces que no le gusta Zapatero por la sencilla razón de que ni cree en él ni confía en él. Todos los políticos que han tenido tratos con Zapatero, desde los separatistas vascos hasta los separatistas catalanes, pasando por los representantes de la Meseta castellana, han terminado diciendo que el subsodicho los engañó. Buena carta de presentación para un gobernante español y un hombre de izquierdas. Pero él sigue sonriendo. Mariano Rajoy, como persona, no le cae mal. El hombre vive e interpreta su papel con dignidad, sin apuntes ni papeles a mano. Pájaro bobo cree en él porque cree que es sincero. En este caso, sus limitaciones son una garantía. Una garantía de que no va a hacer como Zapatero o como Pujol ben Gurión: engañarlos a todos y quedarse con el botín. Y si a estas alturas ya sabemos cuál es el botín que persigue Pujol ben Gurión, no podemos decir lo mismo del botín anhelado por nuestro actual jefe de Gobierno. Aunque, a decir verdad, Pájaro bobo se lo huele y se lo teme.
En el Reality show político que comentamos, Zapatero, concursante número uno, falló una pregunta; Rajoy, concursante número dos, falló igualmente una pregunta. El primero erró al decir el precio de un café en un establecimiento público; el segundo no supo contestar y no contestó cuando una buena señora le preguntó cuánto ganaba o cuánto gana un auxiliar administrativo. Empate técnico.
Evidentemente, ninguno de ellos tiene la picardia (no picardía) del ex honorable fenicio, autor de una fórmula mágica e infalible para salir de apuros: «Eso no toca». Repito, algo es algo.
La señora que puso en evidencia a Rajoy llevaba su consulta preparada y preparida. Era una señora; a buen seguro, una buena señora.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Se enterarán algún día nuestros políticos de lo que vale un peine gracias los programas televisados en vivo y en directo?
¿Nos enterararemos algún día los españoles de cuál es el botín que Zapatero sigue ocultando y persiguiendo?

¿Fuga, traición o aterrizaje?

Miquel Roca y Josep Duran Lleida, maestros consumados, aún no consumidos, de la intriga política, llevan décadas planeando un aterrizaje honroso, ministerialmente hablando, en Cuatro Vientos. La sombra de Pujol ben Gurión los persigue como una maldición bíblica. Ellos lo saben y, aun así, siguen intentándolo. En tierra de fenicios, la traición no es delito y además se premia con otra traición.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirán estos dos disidentes convergentes burlar la vigilancia de Pujol ben Gurión, señor del gran poder y gran maestre de la logia Acció Catalana?
Nota
Para obtener información sobre Acció Catalana, el lector consultante puede dirigirse a Enric Juliana, conocido en este página como el Topo del parque del buen Retiro y en la Barceloneta como el Talp del parc del bon Recés. Al parecer, el subsodicho es especialista en el tema.

Adivinanza: abcde...

«Es tanta la espesura del pasado y tan dinámica la reconversión del presente que a cualquiera que no padezca alguna patología política no puede dejar de sorprenderle en uno u otro sentido el escenario actual de la política española».
¿Puede decirnos alguien qué significan las palabras que anteceden? Como pista, Pájaro bobo puede aducir que con ellas inicia Valentí Puig, conocido en esta página como el Golafre de las Pitiusas, su meritísima colaboración Lo aguantamos todo en el ABC de hoy, día 19 de abril. Si alguien lo consigue o, mejor aún, si alguien resiste la prueba sin conseguirlo, probablemente se alegrará cuando llegue al fin del montón de palabras y lea: «... un país que lo aguanta todo, lo puede conseguir todo». Aquí lo único que tendrá que hacer es dejar el polaco y pensar y decir en español: «una persona que lo aguanta todo, puede conseguirlo todo».
Aclaración lógico-gramatical
De acuerdo con lo que Pájaro bobo sabe, en polaco funcionan perfectamente las concatenaciones de oraciones negativas, pero en español, no; y, además, son innecesarias.